Mayores de Sevilla 2018 -2
9 de octubre de 2018 Número 2
La tataranieta de Murillo
Gracias a las obras de Murillo, una residente de FOAM Santiponce descubre una nueva afición
GUADALUPE P. PULIDO FOAM Santiponce
Me llamo Guadalupe P. Pulido, pero todos me cono- cen por Lupe. Soy cordobesa, pero ya me considero más sevillana, puesto que vine con 18 años aquí. Con 25 años empecé a trabajar en unas oficinas y estuve allí unos 38 años hasta que me jubilé. Desde hace unos meses vivo en la residencia FOAM Santi- ponce. Aquí soy muy feliz y estoy muy contenta con todos mis compañeros y con los trabajadores. Me gustaría compartir con todos mi experiencia. Aunque me gusta la pintura, nunca antes la había practicado. Una mañana empezamos a hablar de que este año se cumplen 400 años del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo, un artista que por supuesto conocía. Después de la charla, en el ta- ller de pintura, las terapeutas me enseñaron un li- bro en el que aparecían muchas de sus obras: la Inmaculada Concepción, El Bautismo de Cristo, San Leandro, etc. Fue entonces cuando me animaron, me picó el gusanillo y empecé a pintarlas. Desde ese momento, y gracias a las obras de Murillo, he descubierto una nueva afición. Ahora le dedico todos los días un ratito a la pintura y me sir- ve de distracción.
Además, a raíz de empezar a colorear los cua- dros de este artista, mis compañeros empezaron a dirigirse a mí como la tataranieta de Murillo y ahora familiares y residentes me llaman Lupe la pintora. ¡Quién me lo iba decir a mí!
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