el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

Por el contrario, el MRPS puede tener múltiples significados, contribuciones y vías de programación, por lo que debe continuar evolucionando. Desde nuestra perspectiva, el legado más significativo de Hellison (2008, 2011) es desafiar las convenciones tradicionales sobre el desarrollo juvenil, la EF y el deporte, e invitar a los académicos, docentes y otros actores a proponer ideas nuevas y más justas que aún están por llegar. Es probable (y esperado) que el MRPS pueda convertirse en una propuesta distinta a su génesis (ver Scanlon et al. 2022; 2024; para ejemplos de las “nuevas formas del MRPS”), lo cual podría ser bienvenido. Reconocemos que este no es un desafío consensuado dentro del campo del MRPS, pero muy probablemente sea uno necesario. Sin abrazar la incertidumbre, la complejidad y lo que está por venir, el MRPS no habría emergido. De hecho, los tiempos y los desafíos han cambiado sustancialmente (y continúan cambiando mientras escribimos este capítulo). Por lo tanto, deben hacerse esfuerzos para evitar que el MRPS caiga en la trampa de las lógicas reproductivas de la academia neoliberal, centradas en la producción en masa, la confirmación y, en muchos casos, en el mantenimiento del status quo (p. ej., Koro et al. 2024; Woods y Davids 2022). Volviendo a las reflexiones de Hellison (2008), quizás debamos preguntarnos: ¿qué vale la pena hacer en un mundo pospandémico lleno de inequidades donde el pensamiento y la acción antropocéntricos dominan la investigación y la práctica? ¿Somos los educadores, académicos y profesionales lo suficientemente críticos y vigilantes como para posicionar al MRPS como un proceso en desarrollo y continuo? A la luz de estas reflexiones, nos gustaría dejar al lector algunas preguntas adicionales que podrían instigar una reflexión continua y una práctica reflexiva: 1. ¿Cuáles son los desafíos contemporáneos emergentes que el MRPS puede/debe abordar? (p. ej., cambio climático, injusticias sociales)

2. ¿Cómo puede enmarcarse el MRPS para enfrentar estos desafíos?

3. ¿Cómo puede la investigación (es decir, la indagación postulada por Woods y Davids, 2022) contribuir a formas más justas de desarrollo juvenil? 4. ¿Qué se espera de los educadores, académicos y profesionales que intentan utilizar el MRPS para contribuir al desarrollo juvenil de manera socialmente justa?

5. ¿Deberíamos considerar la necesidad de explorar nuevas formas de concebir el MRPS?

Los diversos capítulos incluidos en este libro crean alternativas para pensar y practicar el MRPS, proporcionan pistas que pueden permitir respuestas temporales y no acabadas a estas preguntas, y reiteran la urgente necesidad de abordar las necesidades contemporáneas de desarrollo de los jóvenes. Esperamos que estos capítulos sean vistos como puntos de partida y como algunas de las muchas interpretaciones del MRPS, en lugar de suposiciones definitivas y estancadas. En el futuro, deberíamos considerar cómo el MRPS nació de la necesidad cuando Don trabajaba en una escuela alternativa. El modelo no evolucionó a partir de la teoría, sino por ensayo y error, y con un compromiso sólido para ayudar a los niños a ser ‘buenas personas’. El espíritu y la visión de Don de lograr que los niños sean responsables personal y socialmente” (Martinek 2018; p.7). Puede ser nuestra responsabilidad como educadores, académicos y profesionales continuar cuestionando, abrazar la incertidumbre y la complejidad, así como buscar lo que está por venir para el MRPS y, esencialmente, para los jóvenes, que son el centro del invaluable legado de Don Hellison.