Configurar códigos
deontólogicos para los
asociados y evitar el
intrusismo son dos de
los principales cometidos
de estas asociaciones
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LA VOZ
CÁDIZ.
Según uno de los oráculos de
nuestro tiempo, la Wikipedia, un co-
legio profesional es «una asociación de
carácter gremial integrada por quienes
ejercen una profesión liberal y que sue-
len estar amparados por el Estado».
Agrega que «sus miembros asociados
son conocidos como colegiados; cuan-
do se dedican a actividades manuales
o artesanas se emplea el nombre tradi-
cional de gremio». En realidad guardan
muchas semejanzas con los tradicio-
nales gremios surgidos en la Baja Edad
Media en cuanto a la defensa y organi-
zación de las profesiones se refiere.
Solo que si en aquel entonces eran los
oficios artesanales los que se agrupa-
ban (zapateros, herreros, canteros) aho-
ra son las profesiones liberales las que
emplean este sistema de defensa y or-
ganización. Eso sí, si aquellos gremios
constituían un grupo cerrado en sí mis-
mos, los actuales colegios profesiona-
les constituyen un puente entre los
profesionales y la sociedad y destacan
por tratar de contagiar a la sociedad en
la que se encuentran de los conoci-
mientos de sus agrupados.
Origen de los colegios
El origen de los actuales colegios pro-
fesionales se configura desde finales
del siglo XVIII como evolución de los
antiguos gremios. En esta fecha y, so-
bre todo, desde mediados del siglo XIX,
comienza a proliferar una conciencia
de pertenencia entre los profesiona-
les liberales como médicos, abogados,
arquitectos... que entienden la nece-
sidad de asociarse para regular la pro-
fesión y evitar tanto la competencia
desleal como para asegurar la defensa
de sus miembros.
Llegado el siglo XX, con la configura-
ción de los estadosmodernos tal y como
los conocemos, los gobiernos encuen-
tran en los colegios profesionales una
herramienta para el control de determi-
nadas actividades y empieza a estrechar-
se la relación entre ambos hasta el pun-
to de que los colegios profesionales se
convierten en entidades de derecho pú-
blico. Y es que los gobiernos (integrados
en el caso tanto en el caso de las dicta-
duras como, sobre todo, de las democra-
cias, por profesionales liberales) ven en
estas instituciones la manera tanto de
garantizar la calidad de los profesiona-
les (ya que luchan contra el intrusismo
laboral) como de defender los intereses
de la profesión, lo quemejoraba sus con-
diciones. La colaboración entre ambas
instituciones culminó con la obligación,
en algunos casos, de estar colegiado para
poder ejercer. En la propiaConstitución
Española se recoge el derecho de la co-
legiación en el artículo 36: «La ley regu-
lará las peculiaridades propias del régi-
men jurídico de los Colegios Profesiona-
les y el ejercicio de las profesiones ti-
tuladas. La estructura interna y el fun-
cionamiento de los Colegios, deberán
ser democráticos». Para poder colegiar-
se es imprescindible estar en posesión
de la titulación oficial que exija el Cole-
gio Profesional y cumplir los estatutos
(en lamayoría de los casos, basta con pa-
gar las cuotas). En ningún caso, se pue-
de impedir una colegiación pero sí se
puede expulsar a un miembro por in-
cumplimiento de alguna de las normas.
Entre las misiones de los modernos
colegios profesionales se encuentra la
de establecer códigos deontológicos que
rijan la actividad de sus miembros. Esto
no quiere decir que impongan una ma-
nera de pensar a susmiembros, que pue-
den acogerse a cláusulas de conciencia
en muchos casos. Lo que sí es funda-
mental en este aspecto es que los cole-
gios, ante el incumplimiento de las nor-
mas, pueden determinar la expulsión o
sanción temporal de uno de sus miem-
bros, lo que en algunos casos (como en
el de losmédicos) les imposibilita el ejer-
cicio de su profesión.
En paralelo, una de las funciones de
los colegios profesionales es la de, en
algunas profesiones, determinar las
condiciones del servicio que se pres-
ta a los ciudadanos y, en especial, fijar
los precios para evitar la competen-
cia desleal.
En la actualidad, otra de las misiones
que se han fijado los colegios profesio-
nales es la de promover la formación
continua de sus asociados mediante la
realización de cursos y jornadas. En
cuanto a la realización de las jornadas,
cada vezmás están encaminadas a acer-
car las características de la profesión al
público en general y al universitario en
particular. No son extraños los acuer-
dos de colaboración entre colegio ofi-
cial y la Universidad.
¿Qué es un
colegio profesional
y para qué sirve?
El origen de los colegios
profesionales se remonta
al siglo XVIII con el auge
de las profesiones liberales
La pertenencia a estas
entidades es, en algunos
casos, obligatorio para
poder ejercer una profesión
Fomentar la formación
continua de los asociados
es una de sus misiones
fundamentales
Conferencia en el Colegio de Arquitectos de Cádiz.
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ANTONIO VÁZQUEZ
Sede del Colegio Oficial de Ingenieros de Cádiz.
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LA VOZ
Domingo 22.03.15
LA VOZ
COLEGIOS PROFESIONALES
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