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El puerto de Cádiz tiene

un Puesto de Inspección

Fronterizo en el que se

examina que los productos

respetan la normativa

impuesta por la UE

::

A. G. L.

CÁDIZ.

Una de las instalaciones más

importantes a la hora de velar por la ca-

lidad y salubridad de los alimentos que

se consumen en Europa es el Punto de

Inspección Fronterizo (PIF), un espacio

dentro de un recinto aduanero que se

constituye como único punto autoriza-

do para la realización de los controles sa-

nitarios de entrada en la Unión Europea

de productos procedentes de terceros

países. En este departamento, profesio-

nales de la veterinaria se encargan de ga-

rantizar la seguridad alimentaria de cara

al consumidor, lo que también supone

una garantía para los productores loca-

les y nacionales de que solo entra lamer-

cancía estipulada, tanto en cantidades

como en lugar de procedencia.

Esta labor bastante desconocida, pero

que asegura que todo lo que llegue has-

ta losmuelles de la provincia (en los que

hay dos centros PIF) cumple con la nor-

mativamarcada, principalmente, por la

UE. El oficio de estos profesionales les

ha hecho, con el tiempo, desarrollar cier-

to instinto policial para descubrir cuán-

do se está cometiendo una irregularidad.

«Lo primero que hacemos es compro-

bar la documentación de la mercancía:

país de origen, empresa que lo importa,

cargamento que lleva y en qué condicio-

nes está», explica Feliciano Rodríguez,

uno de los veterinarios encargados del

Departamento de Sanidad Exterior del

PIF del muelle deCádiz junto con Pedro

Cerrillo y Fernando Pérez. En principio,

un trabajo eminentemente burocrático,

aunque también se establecen controles

aleatorios. «En función de que un pro-

ducto pueda suponer algún riesgo, au-

menta el porcentaje de control, que vie-

ne determinado por los protocolos de la

Unión Europea», explicaCerrillo. «Es lo

que se conoce como Sistema de Garan-

tías, en función de la procedencia se es-

tima que hay más nivel de confianza»,

añade la responsable del Departamento

de SanidadAnimal, Arancha Fernández.

Si bien no todos los productos son ins-

peccionados físicamente, a aquellos que

no presentan riesgos se les hace un con-

trol aleatorio marcado por el propio sis-

tema informático y, si en algúnmomen-

to se produce una incidencia, saltan las

alarmas. «Si todo está en regla, el porcen-

taje es el que marca la normativa, con-

forme vamos detectando irregularida-

des –como que la fecha en la que se se-

llan los papeles sea posterior a la de sali-

da de lamercancía del país de origen– se

incrementan y, llegado el caso, se niega

la entrada del alimento», detalla Cerri-

llo. Cuando un producto se rechaza, in-

mediatamente entra en una red de aler-

ta a nivel europeo para que se vigilemás

a la empresa que traía el producto o, si es

el caso, al alimentomismo. En cualquier

caso, todas las importaciones y las em-

presas que las llevan a cabo han tenido

que contar con la autorización previa de

la UE para que sus productos alimenti-

cios puedan ser vendidos en Europa.

Enel PIFdeCádiz, los veterinarios exa-

minan fundamentalmente pescado y al-

gunas partidas de carne, aunque también

les llegan bebidas («tenemos una parti-

da de ron que hay que examinar», dicen

mientras se hace este reportaje). En los

últimos meses, aporta Pérez, «se ha no-

tado un incremento de productos ali-

mentarios provenientes de Asia, sobre

todo, de China». Los principales oríge-

nes, Marruecos, Senegal yMauritania.

Una de lasmisiones de estos profesio-

nales es rechazar los animales que pue-

danportar enfermedades peligrosas para

la población. «Estamos muy vigilantes

con los perros que llegan deMarruecos,

pues no es unpaís libre de rabia comoEs-

paña, y un perro infectado podría traer

consecuencias muy graves», indica Pé-

rez. Además, ponen especial cuidado en

que no entren contaminantes que lle-

guen a afectar a la cabaña ganadera. «Es

por eso que, por ejemplo, no puede venir

carne deChina, porque tienenuna plaga

de fiebre aftosa», incideCerrillo. Las prin-

cipales amenazas actuales, explica este

equipo de veterinarios, son la peste por-

cina, peste aviar y fiebre porcina.

Perono solo los alimentos que sevana

importar debenpasar los controles. «Tam-

bién se controlan los desechos de cocinas

y la comida de las tripulaciones para evi-

tar la propagación de cualquier contami-

nante o enfermedad», explica Pérez.

Rechazo del alimento

Cuando los veterinarios del Punto de

Inspección Fronterizo comprueban que

no se han cumplido los protocolos que

marca la UE o que el producto alimen-

tario no reúne las condiciones de apti-

tud exigidas, rechazan el cargamento y

se prohibe su entrada no solo en el puer-

to de Cádiz, sino en cualquiera de la UE

(el sistema ‘Traces’ de comunicación en-

tre los distintos PFI les informa).

Por supuesto, todos los profesionales

son funcionarios del Estado altamente

cualificados con unos conocimientos

técnicos y teóricos (la Licenciatura en

Veterinaria) fuera de toda duda. Pero

además, van desarrollando un sexto sen-

tido sobre dónde puede haber proble-

mas. «Puede ser que venga unamercan-

cía demarisco congelado, lo examinas y

ves algo de escarcha, pues ya mides la

temperatura y eres más exhaustivo a

la hora de hacer análisis», detalla Aran-

cha Fernández. «También te encuentras

con que en los documentos viene seña-

lado un producto y luego hay otro den-

tro de las cajas, indicaCerrillo, «una prác-

tica habitual cuando quieren introducir

algo prohibido». El porcentaje de alimen-

tos que se rechaza, no obstante, es mí-

nimo, «no llega la 5%, las empresas se

cuidan mucho de cumplir toda la nor-

mativa porque sabe que somos riguro-

sos y porque el bloqueo de lamercancía

cuesta mucho dinero», detallan.

Cuando dictan que la mercancía no

puede entrar, a veces se encuentran con

escenas como súplicas «o incluso llan-

tos»; las anécdotas son tan numerosas

como años llevan trabajando. Pero en

el PIF, este grupo de veterinarios es cons-

ciente de que, lo primero, es la seguridad

alimentaria. «Yeneso sí queno podemos

pasar ni una», zanja Fernando Pérez.

Veterinarios a pie de frontera

Estecolectivoprofesional seencargadegarantizar lacalidadde losalimentos importados

Fernando Pérez examina una muestra de alimentos en el PIF.

::

FRANCIS JIMÉNEZ

Con los años, estos

veterinarios terminan

desarrollando un sexto

sentido para detectar

posibles irregularidades

Jesús Fernández

Presidente de la Comisión de

Salud del Colegio de Veterinarios

«Tienen una labor

desconocida y de

gran importancia»

Jesús Fernández, presidentede laCo-

misiónde SaluddelColegiodeVeteri-

narios deCádiz, destaca respectoa la

labor que llevana cabo los profesiona-

les del PuntodeVigilanciaFronterizo

que es «unamisiónmuydesconocida

por partede lamayor partede lapobla-

ción». ElColegio, instituciónprofesio-

nal para todos los veterinarios de la

provincia, y «de todas las especialida-

des, seanpocos omuchos, tienepor

misiónpromocionar la labor que reali-

zan». Es tambiéndesconocido, incluso

por los profesionales veterinarios, que

laorganizacióncolegial tiene contrata-

doun segurode responsabilidad civil

para todos sus colegiados concobertu-

ra dehasta600.000euros.Algoque

protege al profesional enel desarrollo

de su labor, ya sea enel ámbitoprivado

oenel público, comoes el caso.

Domingo 22.03.15

LA VOZ

COLEGIOS PROFESIONALES

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