impuestos y no paguen impuestos donde están operando, de manera
que están quitando recursos que deberían servir para financiar las po-
líticas públicas… todas esas decisiones responden a intereses determi-
nados. Es decir, los mercados no funcionan por una inercia natural pro-
pia, sino que funcionan por decisiones concretas que han adoptado
personas concretas. lo que estamos viendo es que esa dinámica de acu-
mulación de poder, pone en entredicho la capacidad de seguir avanzan-
do en la lucha contra la pobreza. Con lo cual, donde hay que poner el
énfasis es en reequilibrar los poderes, la capacidad de decisión, a la hora
de adoptar políticas. Hay que conseguir romper la capacidad de influen-
cia de estas pocas personas, y conseguir que la ciudadanía, y que la voz
de las personas más desfavorecidas, esté presente en la toma de deci-
siones políticas. Y por ahí se centra ahora la lucha contra la pobreza.
Elena Gallego:
Hablas de educación como un pilar importantísimo en la
erradicación de la pobreza y en el fomento de la cooperación inter-
nacional. ¿Debe contemplarse la formación de ciudadanos que sean
sensibles a la cooperación internacional dentro del sistema escolar?
Teresa Cavero:
Por supuesto que sí. Hay que formar ciudadanos sensibles
no sólo a la cooperación, hay que formar ciudadanos sensibles al mundo
en el que vivimos. Ya no hablamos de países ricos y países pobres por-
que todo está globalizado, todo está directa o indirectamente conec-
tado. tienen mucho más en común las personas muy ricas de los distin-
tos países: las personas súper ricas en Europa, en Estados unidos,
tienen mucho más en común con los súper ricos de angola, de Sudáfri-
ca, de Brasil o de México, que lo que tienen en común con personas del
mismo país de un estrato social más bajo. donde estamos no es ya en
una cooperación norte-sur, sino que estamos en un planeta completa-
mente integrado a través de la globalización. Se trata de formar a través
de la educación en una toma de conciencia de cómo cada una de las de-
cisiones que tomamos implica una consecuencia en otras personas, en
otros puntos del planeta, a todos los niveles, y sobre todo a niveles no
sólo económicos y políticos, sino medioambientales y sociales. Es por
ahí por donde la educación debería incidir.
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Intervenir en el mundo, una actitud ética