maría García-alix:
Respecto al panorama artístico contemporáneo,
¿Cómo lo juzgarías?
miguel marina:
Me parece que hay cosas súper interesantes. Igual no se
conocen porque al final, volviendo al público general, cuando sacan en
las noticias algo referente al mundo del arte contemporáneo, suele ser
la obra más llamativa de ARCO, lo más polémico, los problemas con Eu-
genio Merino, un artista que hizo una escultura de Franco, cosas como
muy puntuales… A veces sólo se nombra para decir lo carísimo que es
cierta obra de arte que se vende en una subasta. Entonces eso al final
crea una manera de pensamiento sobre el arte contemporáneo que es
una pena, porque la gente va a la defensiva. Y hay artistas jóvenes es-
pañoles buenísimos. Por citar algunos, ahora mismo, José Díaz me pa-
rece un pintor espectacular, Nacho Martín Silva... Y ahora mismo, así vin-
culados al Colegio, por ejemplo, Elena Alonso, Antonio Ballester
Moreno, todos artistas espectaculares.
maría García-alix:
Que merecen la pena ser conocidos.
miguel marina:
Y lo son. Pero vamos, igual al público general le suena a
chino, pero si te pones a escarbar un poco, dices “¡pff!”.
maría García-alix:
¿Hay algún libro o hay alguna película que haya influi-
do directamente en tu pintura?
miguel marina:
Sí. Ahora mismo la que más me viene a la cabeza es una
obra de Carver, que se llama “Catedral”, y ese relato me llevó a hacer
una serie de pinturas que llevan el mismo nombre, catedral. Fue un pro-
yecto en el que estuve al final casi un año. Por suerte en un momento
con una beca en la residencia de la Casa de Velázquez. Tenía todo el
tiempo del mundo para mí, la producción cubierta… y me pude volcar
con eso. Y sí, hay referentes, hay películas, literatura…
maría García-alix:
Algún cuadro me recordaba al libro de Walden.
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Intervenir en el mundo, una actitud ética