María García-Alix:
¿Crees que tu experiencia escolar, en el Colegio “Es-
tudio” ha influido algo en tu sensibilidad hacia la cooperación?
Rafael Selas:
Sí, creo que me ha influido mucho. He tenido la suerte de es-
tudiar en colegios muy tolerantes, donde te encontrabas con muchas
maneras de pensar que convivían en una armonía fantástica. Creo que
eso influye muchísimo a la hora de hacerte como persona y de plantear-
te retos como éste. una vez que eres capaz de vivir, y de contrastar opi-
niones con gente que opina muy distinto a ti, también te vuelves más
fuerte a la hora de negociar. Por ejemplo en mi caso, en África, las dis-
tintas situaciones que me van surgiendo.
María García-Alix:
¿Cómo lo haces?
Rafael Selas:
Pues con mucha paciencia, con muchísima paciencia, porque
habría momentos en los que querrías decir: “Me pego un tiro, esto que
me están contando no puede ser posible”. Hace muy poco por ejemplo
había una niña de… quince años, que ha sido muy maltratada, que ha
estado en situaciones muy difíciles y que la hemos acogido ya mayor en
la casa. Y le dio por tragarse clavos, y se tragaba unos clavos muy gran-
des. Encontramos los clavos en el estómago, y no teníamos ni idea de
cómo podía haber ocurrido que llegaran los clavos allí sin causar un
daño interno a la niña. luego los terminó expulsando, pero volvió a co-
mer clavos, y así… terminamos en un psiquiatra, y hoy está muchísimo
mejor. Pero el primer día cuando te dicen que hay una serie de clavos
en el estómago y que no se sabe cómo han llegado hasta ahí pues…
como para volverse loco, sí.
María García-Alix:
Muchas veces cuando le hablo a mis alumnos de los
problemas de cooperación al desarrollo, de los conflictos que existen
a día de hoy, generalmente me encuentro con situaciones de pasivi-
dad general, con la sensación de que no se puede hacer nada. ¿Qué
le recomendarías a un profesor que busca implicar a sus alumnos en
la cooperación al desarrollo?
Defender los derechos humanos
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