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que no habían ido nunca al colegio, que no estaban escolarizados, y re-

sulta un logro encomiable el verles hoy con carreras universitarias y sa-

liendo adelante en la vida. Cuando creé anidan lo creaba como un lugar

para que los niños fueran felices, y donde dar ejemplo del trato al niño,

y pensaba que esos primeros niños acabarían en oficios, no me imagi-

naba que íbamos a tener a ingenieros, a economistas, a todo tipo de

profesiones en las primeras promociones.

El tercer logro, el trato al niño en general, cómo ha cambiado en el

distrito, ha sido muy importante. Cuando yo llegué, al niño se le pegaba

por sistema, cada vez que había que castigarlo era una paliza que recibía,

y eso ha cambiado muchísimo. luego, también estaba la situación de la

niña, de las niñas en general. no estaban estudiando la mayoría, y con

nuestro ejemplo se han puesto a estudiar muchísimas, además de las que

ponemos nosotros a estudiar. El ejemplo ha cundido entre los habitantes

del distrito, y hoy nos encontramos con los colegios llenos, mientras que

cuando yo llegué los colegios estaban vacíos y los niños por la calle.

María García-Alix:

A aquellos viajeros-turistas, que estamos un rato y

nos marchamos, la realidad nos acaba modificando, pero a los que os

quedáis mucho tiempo, ¿Cómo os cambia ver ese horror y ese dolor

constante, saber que tus limitaciones son grandes?

Rafael Selas:

Pues… te acostumbras, como se acostumbra un médico a la

medicina, a no ganar en todos los casos y, la verdad es que es una lás-

tima, pero te acostumbras a que no puedes sacar todos los casos ade-

lante. lo intentamos con los más desesperados, nos quedamos con los

niños del distrito que están desahuciados, y con eso nos tenemos que

conformar, no podemos llegar mucho más allá. aunque es verdad que

el proyecto ha crecido mucho y hoy en día estamos ayudando en cole-

gios, estamos ayudando en otros sitios fuera de anidan.

María García-Alix:

Imagino que algunos de esos niños a veces llegan con

heridas muy profundas, con la sensación de una infancia robada, por

así decirlo. ¿Cómo haces para entrar en contacto con ellos, para ga-

narte su confianza?

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Intervenir en el mundo, una actitud ética