Para Ludovic
A veces me rebelo ante las circunstancias que se dan en
la vida, de aquellos amigos que hemos vivido
momentos felices y con el tiempo desaparecen de
nuestro escenario, sin saber nada de ellos, parece como
si los hubiera absorbido la faz de la Tierra; como el
caso de un joven francés que visitó mi casa y viceversa
y ahora desconozco su paradero.
Entre bruma gris de una tarde oscura,
vi un galán remando por el río Loira,
con melena al aire y el punto de mira,
en meta que otorga moza bravura.
Pasan los años de la edad más pura,
y la bisoñés, el tiempo retira,
y el flechazo fugaz que alguien suspira,
y el amor nace desde la frescura.
De agua, de viento, de sueños, de historia,
creó Ludovic dicha en la pareja;
aquel que amó la Mancha y mi memoria,
aquel que tocó el piano de mi casa,
aquel que sintió el sol desde mi reja,
de Andalucía, en verano, cuando arrasa.
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