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los limites å que debo reducirme en el presente
informe, hacer !as siguientes obser vaciones.
La moral puhlica en una nacion cat6lica es la
moral que ensefia la Iglesia
y
que la ensefia eon
rn
CflractPr peculiar de infalibilidad. Ahora bien
6es
6
no ofensiva
å
la moral cat6lica la inhu
maci6n en un terreno bendecido por la Iglesia,
de los cttdåveres del suicjda, del que muere en
duelo, clel excomulgado vitando
y
de todos aque
1
los
8
quienes la legislaci6n eclesiastica priva de
eclesiåstica sepultura? t,Ofende
6
no
a
la n1oral
catolictt
y a
la conciencrn
y
dignidad de los ca::.
t61icos, la ley que ordena sean .conföndi
dos promiscuamente los re:>tos mortales de
sus
deudos,
que han pasado
a
mejor vida,
considerando inc61urne
su
fä,
eon
los
ca
dåvcres de losque hicieron alarde de impiedad,
nltrajando eon sus hechos hasta el ultimo mo
mento la Santa doctrina religiosa que profesan
los catolicos?
l
Habrå que trant'ijir en materia
tan delicada eon el famoso idolo espiritu del
siglo?
y
para no danar
a
la higiene publica,
cu:ra frase antojadiza,inl!linua el considerando,
sin que ella exprese otraidea
que.ladeun mar
cado
y
gratuito ultraje
a
la autoridad eclesiås
tica
l
se
harå preciso aceptar una ley
q
ue
~mula
por completo, todas ]as leyes
y
disposiciones
relativas
å
Cementerios y
a
inhumacion de ca
dåveres
rn
ellos, consignadas en el Derecho
Can6nico?
Los HH.
auto~es
del proyecto en cuestion,
se han dejado llevar mas alla de lo convenien
te del ren_ombrado espiritu del siglo, y tal vez
sin quererlo, han dado una prueba harto es
candalo.sapara un pais
c~t6lico,
de su falta de