Del 10 al 16 de octubre de 2016
Número 03
10
ANTONIA PEGUERO GARCÍA
UED Nuestra Señora
de la Esperanza de El Viso
Mi nombre es Antonia Pe-
guero García, aunque todo el
mundo me conoce como «An-
toñita». Tengo 71 años y asisto
a la Unidad de Estancia Diurna
Nuestra Señora de la Esperan-
za desde hace casi seis años.
Antes no me encontraba
bien de salud, de ánimo es-
taba muy mal y no me entu-
siasmaba nada, ya que a raíz
demi enfermedad, mi vida dio
un cambio muy brusco. Por
eso empecé a asistir al centro.
Ahora me encuentro mucho
mejor. En la Unidad hago to-
dos los trabajos que nos man-
dan y eso me entretiene mu-
cho. Estoy más distraída que
en mi casa y se me olvidan los
problemas del día a día. Me
encanta poder hablar con los
demás, hacer la gimnasia, las
manualidades y colorear.
Siempre he sido muy co-
queta y me encanta arreglar-
me todos los días para ir al
centro, me gusta cambiarme
de peinado y me gusta mu-
cho ponerme collares, pulse-
ras, pendientes… En mi casa
tengo muchos, y cada día los
voy combinando con mi ropa.
Si os fijáis en la foto, yo soy la
que lleva un collar rojo, hoy ha
tocado un collar rojo ya que
mi blusa es roja, blanca y ne-
gra, para ir a juego.
Me gustaría presentaros
a algunas de las compañeras
con las que me siento a hacer
los talleres y con las que salgo
en la foto. Ellas son Conchita y
Rosario.
Conchita es la que está ami
lado en la foto, es una mujer
muy simpática. Es cariñosa y
alegre. Con ella también com-
parto los viajes a casa, ya que
vamos juntas en la furgoneta.
Desde que empezó a asis-
tir a la Unidad congeniamos
mucho. Está siempre muy
pendiente de mí y me cuida
mucho. Ella disfruta mucho
coloreando, es muy creativa
y tiene muy buenas manos.
Siempre tiene una palabra
amable para todos. Y también
es muy coqueta.
Rosario es la compañera
que está al lado de Conchi-
ta, ella es muy dicharachera.
Siempre tiene buen ánimo, y
cuando yo estoy más bajita de
ánimo o más triste, siempre
me saca una sonrisa e intenta
que yo esté bien.
Ella también sabe lo que
es estar desanimada y depri-
mida y por eso intenta que
yo esté bien. Ella, desde que
asiste a la Unidad, está mucho
más contenta.
Aunque nombro a dos de
las compañeras con las que
comparto mesa, me gustaría
decir que todos los compañe-
ros son estupendos, hay mu-
cho compañerismo y todos
nos llevamos muy bien. Por
ejemplo, Elo siempre me dice
que me quiere mucho, y dos
compañeras con las que estoy
casi desde que empecé son
Rosario y Carmen, con las que
llevamos compartiendo mu-
chos momentos en la Unidad.
Y no puedo nombrar a todos
que, si no va a salir muy largo
el artículo.
Me siento como en una
gran familia. Me gustaría
mandar un beso a todos, a mi
familia, y saludar a todos los
usuarios de otros centros que
están participando en este ta-
ller de periodismo.
Olvidando los problemas del
día a día
La vida de
Antonia
Peguero
dio un
cambio muy brusco
a raíz de
su enfermedad
«Ahora me
encuentro
mucho mejor
»
José Manuel García
Antonia junto a sus compañeras Conchita y Rosario