USUARIOS
Unidad de Estancia Diurna
Pizarro
Como muchos dicen siempre:
«Todo era campo». Así respon-
demos todos cuando nos pre-
guntan cómo eran los comien-
zos de lo que se conoce como
Su Eminencia.
Este barrio surge como am-
pliación de la zona del Cerro.
La gente se quería comprar
casas y, como el Cerro era más
caro, se venían a esta zona.
Pero sí es verdad que lo que
más abundaban eran familias
que venían de los pueblos en
busca de un futuro mejor. És-
tas se dedicaban a las faenas
de la construcción, al servicio
doméstico, al campo, la gana-
dería, a los coches de caballo…
Algunos miembros de estas
familias venían ya colocados,
pero la inmensa mayoría ve-
nía con lo puesto y un dinerito
para hacerse su casa. En esta
zona se vendíanparcelas. Estas
tierras eran de un coronel que
se las vendía a particulares. És-
tos compraban varios terrenos
a un bajo precio y luego los re-
vendían más caros, sacándose
un dinero curioso.
Ellos, al comprar las parce-
las, hacían primeramente una
choza o una casa muy humilde
y poco a poco fueron arreglán-
dolas y mejorando sus calida-
des. Las calles eran de terrizos,
eran tan estrechas que hoy
muchas aún no tienen aceras.
El agua y la luz tardaron
años en llegar. No había telé-
fono. Como no había tiendas,
iban a comprar al Pryca, en
un autobús que era gratis.
Donde hoy está la S-30 y la
zona de la Negrilla, había un
cortijo donde había anima-
les. Además, iban por las ca-
sas vendiendo patatas, leche,
huevos…
Llegaron los cines al barrio:
uno de verano en la zona de
los Gavilanes y otro de invier-
no, en la Carretera, en frente
a la Iglesia. Cuando se hace la
Carretera Su Eminencia, con
sus aceras y asfalto, empie-
zan a montarse las tiendeci-
llas y los bares.
EXPERIENCIAS
PERSONALES
11
FRANCISCO PRADAS SANTOS
Residencia de Mayores de
Marchena de Diputación
En esta ocasión me es grato
presentaros aRafael Caballero.
«Mi nombre es Rafael Caballe-
ro González. Tengo 86 años
y soy natural de Constantina.
De siempre he trabajado en el
campo. Éramos los caseros en
el cortijo La Dehesa de Frías.
Aquí trabajábamos tanto mi
esposa como yo. Tenemos
sólo una hija: mi Paqui. Ella
está muy tranquila al vernos
tan cuidados y atendidos.
Ingresamos en la Residen-
cia de Mayores de Marchena
hace ya algomás de tres años.
Lo hicimos porque mi mujer,
Francisca, enfermó y necesi-
taba muchos cuidados. Mi hija
tiene mucha carga entre su
trabajo y la familia. Ella viene
todas las semanas a vernos. Y
nos llama con frecuencia.
En la residencia mi día a
día es muy tranquilo, no me
gusta participar en los talle-
res. Me gusta la tranquilidad,
la paz y mis recuerdos. Sólo
me saca de esto el dominó.
Yo me paso muchas horas
jugando. Estoy siempre dis-
puesto a que alguienme diga:
Vamos a echar una partida.
Pero últimamente ha ha-
bido dos salidas que me han
gustadomucho yme han saca-
do de la tranquilidad en la que
normalmente vivo. Hemos ido
a los toros, ¡qué de tiempo ha-
cía que no acudía! El día 22 de
mayo fuimos a una novillada
(Novillos de Rocío de la Cáma-
ra-Cortijo para José Ruiz Mu-
ñoz, Joaquín Galdós y Jesús Ál-
varez). Lo peor fue la cogida de
José Ruiz Muñoz, menos mal
que no tuvo mucha gravedad.
Por otro lado, el 19 de abril
acudimos a un partido de Liga
del Real Betis Balompié-Las
Palmas. Enmis tiempos he ido
alguna vez al campo, pues soy
bético bético, aunque ya ni me
acordaba. Ahora sólo deseo
volver a ir a otro partido.
Rafael Caballero:
«Me gusta la
tranquilidad, la paz y mis recuerdos»
El usuario de la Residencia de Mayores de
Marchena de Diputación relata las ú
ltimas
salidas a los toros y al campo del Betis
Los inicios del barrio de
Su Eminencia
Los usuarios del centro durante el partido del Betis-Las Palmas