La ruta de los pueblos
blancos sigue siendo
uno de los principales
reclamos, además
de sus productos y
espacios naturales
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C. CHERBUY
CÁDIZ.
Cuando se piensa enCádiz, qui-
zás la primera imagen que venga a la ca-
beza sea la del mar. Pero el territorio se
caracteriza precisamente por la capaci-
dad de convivencia que existe entre sus
playas y sus montañas. Hay lugares en
los que en pocos minutos se puede pa-
sar precisamente de una cala a un acan-
tilado y a un espacio montañoso.
Aunque la Sierra de Cádiz se puede
tratar como un ente independiente, un
estilo de vida diferente en los que la ar-
tesanía y la cal marcan su ADN, en los
que uno se puede perder entre sende-
ros bajo el ruido de riachuelos o disfru-
tar del aire puro y hasta la nieve en in-
vierno. Con una ruta especial que sigue
siendo uno de los principales reclamos
turísticos de la provincia: la ruta de los
pueblos blancos.
De urbanismo andalusí y valiosos ves-
tigios arqueológicos, que se encaraman
en las laderas de las montañas son toda
una alternativa al turismo agitado de las
ciudades, además de una garantía para
el disfrute de la naturaleza. Por ello, es
uno de los destinos preferidos por los
amantes del turismo rural. El blanco de
la cal es el protagonista que va de un
pueblo a otro. Aquí las vistas se pierden
entre casas bajas, entre cuestas y estre-
chas calles.
Cualquiera de las posibilidades de la
Ruta de los Pueblos Blancos tiene que
comenzar porArcos de la Frontera. Puer-
ta de entrada de la Ruta de los Pueblos
Blancos, Arcos es probablemente uno
de los pueblos más bellos de España, y
declarado monumento histórico-artís-
tico. Encaramado en una peña de 96me-
tros de altura, goza de unas vistas exce-
lentes de ganaderías de caballos, toros
de lidia, de huertas de naranjos, almen-
dros, vid y olivos, y que podrá ver des-
de el conocido como balcón deArcos, en
la plaza del Cabildo.
A partir de aquí se puede continuar
por Algar, Bornos, Espera, Villarmartín
y llegar hasta llegar a Algodonales, a la
sombra de la sierra de Líjar que, gracias
a su privilegiado enclave y su clima, se
ha convertido en el centro neurálgico
para los amantes de los deportes aéreos,
sobre todo el parapente, pero también
el ala-delta y el vuelo libre. La sierra de
Líjar ofrece despegues a casi todos los
vientos con techos entre 1.500 y 4.000
metros.
Algodonales cuenta con una fiesta
particular, la recreación histórica del
2 de mayo de 1810, donde se revive la
contienda que mantuvo el pueblo con
las tropas napoleónicas durante la Gue-
rra de la Independencia y en la que par-
ticipan todos sus habitantes. Y si se si-
gue por Olvera y Puerto Serrano no se
puede dejar pasar la oportunidad de co-
ger por la Vía Verde de la Sierra, anti-
guo trazado ferroviario que unía a am-
bas localidades. Aquí se podrá ver la
Reserva natural del Peñón de Zaframa-
gón que alberga una de las mayores co-
lonias de buitres leonados de Europa.
Destacar que en estas localidades, al
igual que enAlgodonales, Setenil y Za-
hara de la Sierra, se producen ricos acei-
tes de oliva de la Denominación de ori-
gen ‘Sierra de Cádiz’.
Camino hacia el sur
Pero desde Arcos también se puede tira
en vez del norte hacia el Sur y encon-
trar de nuevo un rico patrimonio tan-
to cultura como arquitectónico y natu-
ral. Así se llegará hasta Prado del Rey
con una curiosidad y es que allí se ex-
plotan salinas surgidas de un manan-
tial de agua salada. Son una de las úl-
timas salinas de interior que se man-
tienen en funcionamiento en Andalu-
cía, hoy siguen siendo explotadas por
una familia serrana en su cuarta ge-
neración. Los propietarios enseñan, pre-
via solicitud, toda la salina.
Y otro pueblo que no se puede dejar
de visitar es El Bosque. En plena Sierra
de Albarracín y junto al río Majaceite,
este hermoso pueblo está enclavado en-
tre frondosos bosques y salpicado dema-
nantiales de aguas medicinales, un en-
Artesanía y cal constituyen
el ADN de la Sierra de Cádiz
Grazalema es uno de los destinos más buscados por los amantes del turismo rural
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LA VOZ
Miércoles 20.01.16
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FITUR 2016
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