MARVIN G. SOTO
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han cedido ante la maquinaria absurda
de la productividad...
Los lazos de las múltiples ocupaciones
han atado el corcel de mis versos...
Mis fuerzas han mermado
en mis arduas luchas por desatarme
del pretil de mis labores...
Mi alma gime,
mi corazón fallece,
todo mi ser lucha
por devolverle a mi espíritu
su viva existencia de poeta...
Destinos...
Ingrato el destino...
ha desencadenado sus huestes
para doblegar mis fuerzas...
Ingrata la vida, aunque bella...
ha hecho endebles mis rodillas
por las precipitadas
envestidas de sus días...
Ingrato yo que mermado
por las muchas cosas
he desistido de mi esencia...
¿Hasta cuando el azote mundanal
de las trivialidades
de lo superfluo
de lo ligero
perseguirá mi existencia?
No me quiero numérico, un código...
quiero mi alma libre
como en mis días infantes
al calor del campo
de los pies descalzos
de los caminos de tierra
y de guayabas
y de jocotes
y de alegrías sin fin...
humanizado...