ABC
JUEVES, 8 DE OCTUBRE DE 2015
ABC DE LA PROVINCIA
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abc.esLa Asociación de Empresarios de Los
Palacios, Alacipa, se encuentra inmer-
sa en la organización de la octava edi-
ción del Rally de Compras. El objetivo
de este evento es fomentar el consu-
mo de los establecimientos y comer-
cios de locales, y almismo tiempo pre-
miar la fidelidad de los clientes, que
tan solo por realizar alguna compra
en los establecimientos adheridos po-
drán optar a unmagnífico premio.
Alacipa prepara el octavo
Rally de Compras
El curso de la escuela del Club Atletis-
mo Palaciego para esta nueva tempa-
rada dio comienzo ayer. No obstante,
el pasado viernes fue la presentación
de las actividades para losmás peque-
ños. A éstos se les incentivará con di-
ferentes actividades, como carreras
populares y participación en diversos
cross. La idea es inculcarles los bene-
ficios del atletismo tanto en el senti-
do deportivo como en el social.
Nuevo curso de la escuela
del Club de Atletismo
LOS PALACIOS
LOS PALACIOS
Lebrija · Las Cabezas de San Juan · Los Molares · Los Palacios · Utrera
ALBERTO FLORES
UTRERA
A
finales de los años 50, hasta
las esquinas de Utrera sona-
ban con compás de palmas fla-
mencas. Una generación irre-
petible de artistas comoFernanda yBer-
narda, Perrate o Gaspar, asombraban a
los amantes del flamenco. Por eso la lo-
calidad olía a arte, donde las tabernas
eran enmuchas ocasiones el rincón en
el que se podía aspirar ese aroma au-
téntico.
En aquellos días, Diego Amaya Nú-
ñez, conocido en la localidad como
Diego «El Cabrillero», era solo un niño
a la sombra de los más grandes. El fre-
cuentaba los lugares donde se podía
escuchar el cante y con solo catorce
años comenzó a hacer sus primeros
pinitos, como él mismo reconoce,
«siempre con mucha vergüenza y es-
condido detrás de los grandes».
Este cantaor utrerano hace memo-
ria y habla de una Utrera, de la que él
es heredero, pero que se extinguió para
siempre y recuerda enclaves como «El
Chori», «El Limones» o «Costa», «don-
de había gente que cantaba demaravi-
lla y no eran para nada conocidos, y es
que en las tabernas nos metíamos to-
dos a escuchar buen cante y a calentar-
nos. No entiendo como ahora en Utre-
ra no te dejan cantar en las tabernas».
En esos enclaves con tanto sabor
que poco a poco han ido desaparecien-
do o transformándose de manera ra-
dical, comenzó la carrera en el mun-
do del cante para Diego «El Cabrille-
ro». Un camino que en un principio es-
taría a la sombra de las grandes estre-
llas de la localidad pero que le llevaría
en varias décadas a ganar más de me-
dio centenar de concursos de cante
por todos los rincones de Andalucía,
obteniendo el reconocimiento tanto
del público como de la crítica.
A Diego nunca le deslumbraron los
focos ni el glamour de los escenarios,
ya que a pesar de tener mucho talen-
to nunca se decidió a dar el paso de de-
dicarse por entero al mundo del can-
te, y continuó siempre trabajando como
agricultor. «Alguna vez he llegado a
las tantas de la madrugada de un con-
curso de cante y por la mañana me iba
directamente al campo a trabajar. Bam-
bino me pidió en muchas ocasiones
que me fuera con él a Madrid a formar
parte de distintos espectáculos, pero
al final nuncame decidía, quedaba con
él, pero a la hora de la verdad yo no
aparecía», explica Diego. Incluso tuvo
la oportunidad de grabar un disco, el
cual no tuvo la suficiente publicidad
ni una distribución adecuada, por lo
que Diego ni corto ni perezoso, grabó
más de doscientas cintas de casette y
se dedicó a vender estas cintas por los
bares y comercios de la localidad.
Un discomuy especial
Recientemente el cantaor utrerano ha
participado en la grabación de un dis-
co muy especial, que forma parte del
proyecto «Memoria Antológica. Fla-
menco y Universidad», que ha conta-
do con el apoyo de un buen número de
universidades andaluzas. Es un pro-
yecto que trata de recoger a través de
diversas grabaciones el legadomás au-
téntico del flamenco andaluz, por lo
que la voz de Diego ha quedado reco-
gida para que no se pierda nunca y las
generaciones venideras puedan dis-
frutar de esa personalidad tan acusa-
da, otorgándole al cantaor utrerano el
sitio que se merece.
Diego ha mostrado su dominio de
numerosos palos flamencos en dicha
grabación, donde no ha faltado inclu-
so unmagnífico mano a mano con Ra-
fael de Utrera en una taberna, única-
mente acompañado del compás de sus
nudillos golpeando en la barra. Eso
que tantas veces escuchó Diego en su
infancia y que lo dejó marcado para
siempre, vuelve a la vida gracias a esta
grabación, que sin lugar a dudas se ha
convertido en un bálsamo rejuvene-
cedor para el artista utrerano.
Diego Amaya Núñez, «El Cabrillero»,
es el heredero de las grandes figuras
del flamenco en Utrera
El sabor verdadero
del cante de Utrera
A.F.
Diego «El Cabrillero» comenzó a entrar en contacto con el cante en las tabernas de Utrera
Investigación jonda
El utrerano acaba de
grabar un disco impulsado
por numerosas
universidades andaluzas




