Mis primeros poemas
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Amor
Ese poder tan noble y tan profundo,
que ni el vigor de la razón refrena,
no entiende de la ciencia de este mundo,
ni de pudor, ni de ley que encadena.
A veces se destierra en vagabundo,
por el rigor de costumbre serena,
no es de bien, el que priva de un segundo,
el color y el perfume de azucena.
Donde hay amor, hay verdad, hay sonrisa,
hay gana de vivir que se contagia,
al penetrar en fría alma, tan remisa.
Mea culpa, golpe a golpe en la misa
y ávida de fe en la divina magia,
aún no palpa el amor que se divisa.
Quién se ama, no comparte lo que siente.
¡Mirad como el mar esparce su brisa!
y el campo su bondad, por la simiente.
¿Quién siembra cálido amor en la gente,
que agradece de gozo con su risa
y reparte su pasión más valiente.?




