EL PLANETA DE LOS SUEÑOS
115
Antonio Pérez
Mancha Real
Los sueños y fantasías no tienen límites. Una vez
tuve un sueño sobre un planeta descubierto dentro
de nuestro sistema solar. Estaba en la cara opuesta
del Sol y en órbita similar a la de la Tierra, de ahí
que siempre estuviera oculto. Sin explicación
lógica para los científicos, éste cambió de sentido,
por tal motivo su aparición inesperada. La noticia
fue un bombazo a nivel mundial, puesto que
rompía con todos los esquemas de la astronomía;
y lo más importante es que pasaría casi rozando la
Tierra, en un periodo de pocos meses. Los
expertos pronosticaban que pasaría a unos 60.000
km en una órbita (poco más de media hora la
velocidad de traslación de la tierra-108.000 km/h)
exterior a la de la Tierra, respecto del Sol.
La noticia llegó de sorpresa, pero pronto
averiguaron que su tamaño sería de unas cinco
veces la Tierra; también condiciones atmosféricas
parecidas a nuestro planeta, permitiendo tanto
vida animal como vegetal.
El Inesperado, así lo bautizaron, se veía a simple
vista del tamaño de una naranja. Día a día
aumentaban sus dimensiones para compararse a
un campo de futbol. Muchos ciudadanos
temíamos un inevitable choque y el final de
nuestra existencia. Los rezos eran intensos, cada
cual con su dios y pensamiento. Yo, solo pensaba
en la grandeza del universo. Verdaderamente…
una maravilla, en los amaneceres, ver un objeto
parecido a un arco iris relleno de masa material,
envuelta en nebulosas y destellos… Algo
inimaginable al ser humano; ni en las películas de
ciencia ficción observé semejanza con aquel
espectáculo. Al estar más próximo a la Tierra, ya
no se divisaba nada en el espacio; solo aquella
mole inmensa de forma redonda y varios colores (
azul, verde, blanca y grisácea), tal vez figurada en
los cuentos de la Biblia: un verdadero paraíso
celestial.