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ACE más de cien años-en los sencillos tiempos
J.1
!!
de 1819-un bodegón típico se alzaba cabe
de viejas
mur:illa~
de la Puerta
de
Monserrate.
Era una casona de ventanales buidos, adonde
acudían petimetres, músic.:is, militares, síndicos, faran-
duleros, milicianos
y
h0mbres de toda laya, siempre
gente bien, gustosos de .saoorear la sabrosa ginebra com–
puesta o el aguardiente de guindas ... En sus quitrines,
las damas bajo el
quita~0I
de
~cda,
sorbían, mientras eran
cortejadas por sus galanes, sendos vasos de los refrescos
naturales de Cuba •••
Esre remoto lugar de culta reunión, se nombraba
"La
Piña de Plat;i'·.
Hace más de cien años ...
Actualmente--en el correr del tiempo-"La Piña de
Plata" ha venido a nombrarse el Café "La Florida", que
se asoma a la plazoleta de Albear, frente a las viejas
rúas, cargadas con la tradición de un pasado -Je esplen–
dor, lleno de majeza
y
hero1smo.
"La Piña de Plata" el café
"La
Florida", continúan,
- uno en el recuerdo--el otro en la realidad de la dia–
ria vida, sirviendo al público, hombres de negocios, polí–
ticos, profes1ona!es, literatos
y
lindas muieres elegantes,
los finos batidos de frutas
y
los "cocktails" más delica–
do~
...
El bodegón "La Piña de Plata" se transform.5 al tra–
vés de la intervención "1orteamericana en el cuartel ge–
neral de los buenos catadores "yankees". Los ''bar–
men" fueron poniendo una nota de modernidad en
las