La Vinería era el almacén de una tienda de uniformes
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Isabel Aguilar
Fotos: J.M. Serrano
ENTREVISTA
Hace 13 años encontró un local
que le gustaba para inaugurar su
sueño, una vinería a base de caldos
españoles en la que plasmar su bagaje
gastronómico. Era una casa convertida
en almacén de tienda de uniformes,
demasiado romántico como para
dejarlo escapar. Hace tan solo cinco
meses la ha remozado un poco y ha
sacado brillo a las frases de Gandhi,
Juan Manuel Tarquini Alexeew,
propietario y chef ejecutivo de Vinería San Telmo
Fogones
con
acento
Churchill o Antoine de Saint-Exupéry
(autor de “El principito”) que decoran
su techo. Dejó Argentina con solo
21 años pero se fue marcado para
siempre por su tierra, de hecho la
carne que sirve es de su país natal. Él
mismo desconoce la grandeza de la
historia que lleva a cuestas y que lo ha
convertido en un auténtico personaje
en el mundillo gastronómico sevillano.
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¿Cómo empezó su historia con la gastronomía?
Comencé estudiando Dirección hotelera en
Maryland y una parte de la temática estaba
vinculada a la gastronomía, que me atrajo
desde el primer momento y siempre ha
estado unida de un modo u otro a mi carrera.
Después estudié en The Culinary Institute
of America (CIA) y acabé trabajando en una
compañía de catering aéreo, que me llevó a
Nueva York, Londres y Madrid, entre otros
destinos.
¿No había en su familia nadie del sector que
le influyera?
Nunca olvidaré los domingos ayudando a mi
abuelo paterno, que era italiano, a hacer pasta
para toda la familia. Él era un gran cocinero y
lo hacíamos todo partiendo de cero, recuerdo
que disfrutaba mucho. Para mí era una diver-
sión y he sido el primero de mi familia que se
dedica profesionalmente a la cocina.
¿Cuántos idiomas habla?
Ruso, francés, inglés, castellano y un poco
italiano. Es un lujo expresarte con tus
clientes en su lengua materna. Aquí también
hablamos portugués, ucraniano, árabe e
incluso filipino, porque tengo trabajadores de
muy diversa procedencia y siempre suma a la
hora de comunicarte con los clientes. Cuando
hago procesos de selección es lo primero
que tengo en cuenta porque para mí es muy
importante, aunque lo cierto es que no suelo
rotar mucho el personal y tengo trabajadores
muy estables.
¿Tantos turistas paran aquí?
No es que paren, porque no estamos en un sitio
de paso, sino que vienen expresamente. Tanto mi
socio, José Vicente Flores, como yo estamos más
que satisfechos con la respuesta del público en
estos años.
¿Cómo es la cocina que trabaja?
Es un resumen de los lugares que he conocido.
Tiene burrata, brie, panco (pan rallado japonés)…
En breve presentaré una carta nueva en la que
habrá más presencia de recetas de aquí, como
buñuelos o croquetas.
¿Cómo no ha hecho croquetas en estos años?
La croqueta auténtica bien hecha es la que está
buena y prefería hacer otras cosas que sí hacía
bien. Ahora la meto porque estamos haciendo
una que está muy buena. Tengo otras recetas
con productos de aquí pero hechos a mi manera,
como una cola de toro en pasta brick o una mor-
cilla de Burgos con salsa de pimientos del piqui-
llo. Son recetas que tienen muy buena aceptación
así que imagino que no es una mala fórmula, me
tengo que dar con un canto en los dientes por lo
bien que nos ha ido.
Hábleme de sus impresiones al llegar a Sevilla.
Soy de desayunar dulce y lo sigo haciendo, no me
falta mi pan con mantequilla, pero a mi mujer le
encanta un mollete con jamón, así que al final
tomo de los dos. En Argentina se desayuna dulce
y no salado aunque como yo venía de Madrid ya
tenía una idea de las costumbres de aquí. Ya de
pequeño había vivido en la capital de España
porque destinaron a mi padre un año como
periodista y recuerdo esos sabores intensos que
descubrí entonces, como las gambas al ajillo o los
champiñones al ajillo. Es un sabor tan profundo
que marca mucho a quien lo prueba por primera
vez. Eso sí, cuando llegas al sur encuentras mu-
chas cosas que no conocías en Madrid. Una de las
cosas que más me sorprendió es la buena relación
calidad-precio que tienen aquí los productos y los
vinos. Me parece súper correcta.
Los vinos de
España son
espectaculares
y no hay que
quedarse sólo en
La Rioja