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pata negra»

de La Puebla

B.M.

Los caracoles que se crían en Algámitas, en la Sierra Sur, salen a

comer pienso en la granja de Antonio Valle cuando el calor afloja

NUEVOS HELICICULTORES

Y si para el cerdo es necesaria la be-

llota, para los caracoles de esta varie-

dad se usan verduras, plantas frescas

y cereales como la col forrajera, acel-

gas, rábanos, maíz y la zanahoria. Esta

última les sirve como un afrodisiaco

natural para la época de la reproduc-

ción. La dieta se completa con piensos

elaborados con trigo, soja, maíz y car-

bonato cálcico para endurecer las con-

chas de los animales. Esta combina-

ción influye en el color y el sabor de

los especímenes.

En los últimos tres años ha crecido

en la provincia el interés por la cría del

caracol como un nuevo tipo de nego-

cio complementario con muchas po-

sibilidades de futuro. Vecinos de Utre-

ra, Algámitas, El Rubio, Gilena, Alca-

lá de Guadaira se han animado a pro-

bar suerte con más ilusión que expe-

riencia real en la cría del conocido

como Helix Aspersa, una variedad de

caracol comestible de gran tamaño,

pero diferente a lo que se conoce como

cabrilla.

Aunque es un sector incipiente, la

solidaridad y la ayuda entre los mis-

mos criadores puede conformar en el

futuro una pequeña red de producto-

res que podría aprovechar este nicho

de mercado casi huerfano. Su princi-

pal problema es la importación ilegal

de caracoles que provienen de Marrue-

cos o la venta de caracoles del campo.

Unamateria prima que al no tener tra-

zabilidad no asegura las condiciones

sanitarias del caracol, no evita que este

se haya podido alimentar con plantas

tratadas con pesticidas o que haya con-

traído alguna enfermedad.

Sin desmejorar las virtudes culina-

rias de los caracoles que se suelen con-

sumir en los bares, las posibilidades

de la especie que produce Alonso apun-

ta mucho más alto. Por una parte está

la venta de ejemplares para la cría a

otros helicicultores. «Este mismo año

hemos vendido a otras granjas de pue-

blos cercanos», asegura Alonso.

De la baba al caviar blanco

Pero lomás importante es que esta es-

pecie es muy valorada por la alta coci-

na, en especial en Francia y por la zona

levantina en España. Hay muchos res-

taurantes de Cataluña, Valencia yMur-

cia que ya los incluyen en su carta al

caracol como ingrediente central. Será

cuestión de tiempo que se conozcan

sus cualidades en la provincia. «Hace

poco nos llamaron de la cocina del ho-

tel Vértice, pero coincidió con la épo-

ca de cría», asegura Laura Ruíz.

Un apartado especial merecen los

huevos de caracol, también conocidos

como el «caviar blanco» o «caviar de

monte». Un ejemplar puede poner una

media de 120 huevos, y en algunos paí-

ses son considerados unmanjar al que

pocos paladares tienen acceso. Las

granjas dedicadas a este tipo de pro-

ducto tienen que seguir otro sistema

de cría en instalaciones más cerradas

y con un trabajo muy laborioso. Según

la Asociación de Criadores Helicicul-

tores de Andalucía (ACHA), a la que

pertenecen algunos criadores de la

provincia de Sevilla, el precio de un ki-

logramo de estas diminutas esferas

puede oscilar entre los 1.600 y 1.800

euros. Por si fuera poco, del caracol

también se pueden aprovechar hasta

sus andares. La baba que produce este

molusco se emplea para la elaboración

de productos de cosmética.

B.MORENO

crecimiento de este tipo de caracol

Manjar de alta cocina

Muy valorado en Francia y

en el Mediterráneo español,

este caracol es el origen del

llamado «caviar blanco»

B.MORENO

ALGÁMITAS

Antonio Valle y José María García son

dos vecinos de Algámitas que se han

animado este mismo año a poner en

marcha sus propias granjas de Helix

Aspersa. Ambos adquirieron ejem-

plares reproductores y tras acondi-

cionar sus instalaciones con todo lo

necesario para la cría comenzaron

con sus proyectos en el mes de mar-

zo. «En los últimos años me informé

sobre este tipo de negocio y este año

he decidido probar con una peque-

ña producción», explica Antonio Va-

lle. Hace dos semanas precisamente

realizó un taller en Casariche sobre

Helicicultura para afianzar sus co-

nocimientos y aplicarlos sobre sus

propios ejemplares.

Los dos helicicultores se sienten

muy animados porque sus caracoles

ya han alcanzado el tamaño que de-

nominan como «garbancero» -por su

similitud con la leguminosa- lo que

les de más opciones de sobrevivir

ante el calor del verano. José María

asegura que «si se pueden defender

de las altas temperaturas y superan

esos meses es muy probable que la

producción empiece a consolidarse».

Unidos para la causa

José María y Antonio forman parte

de la Asociación de Criadores Heli-

cicultores de Andalucía (ACHA), en

la que también están inscritos otros

12 criadores de diferentes pueblos de

toda la provincia de Sevilla. Al fren-

te de esta asociación se encuentra un

veterano y pionero en la cría del ca-

racol de granja en la comunidad an-

daluza, el malagueño Juan Grande,

que asegura que además de asesorar

y ayudar a los criadores, «queremos

presentar en el Parlamento una pro-

puesta para que se cree un marco le-

gal contra la importación ilegal».

Una oportunidad de

negocio pero con un

duro comienzo

Dos vecinos de

Algámitas se animan

a montar sus propias

granjas de caracoles

ABC

JUEVES, 4 DE JUNIO DE 2015

ABC DE LA PROVINCIA

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