Emilio Vara en Casa Moreno.
Fotografías por J.M.Serrano
ENTREVISTA
Emilio Vara de Casa Moreno
Sabe cómo enderezarle a cualquiera una mala mañana y
alterna confidencias y comentarios triviales con la misma
facilidad con que sirve vinos y montaditos de chorizo
picante. En los 27 años que lleva trabajando en Casa Moreno
se ha convertido en un as de las relaciones públicas. Éstas
son sus armas.
Psicólogos
de
barra
Isabel Aguilar
82 /
¿Qué ha cambiado en los 27 años que lleva en
Casa Moreno?
Físicamente nada, solo hemos cambiado no-
sotros. Ocurre como con la Catedral, que lleva
años siendo igual y solo cambian las personas.
¿Sigue habiendo en Sevilla público que acude
solo al bar a tomar una copita de aguardien-
te?
Sí que quedan. Generalmente son personas
mayores o trabajadores de la zona que hacen
una parada en el camino, aunque lo cierto es
que cada vez son menos porque el aguardiente
es muy delator y no se puede disimular luego
el olor. Viene mucha gente desde primera hora
de la mañana, sobre todo jubilados.
En este momento de la entrevista llega
un cliente y mientras saborea su café le
comenta “lo bonito” que es el cartel de las
Fiestas de Primavera de este año. “Toca
la fibra de la sociedad, Nuria ha apostado
por lo que le gusta al pueblo. Yo conozco
a la autora porque suele venir por aquí, la
llaman la diosa del azul y es de Carmona”,
señala. Así pasa la mañana, recibiendo
clientes como el que recibe invitados en su
casa. Departiendo, saludando, escuchando.
Después de continuar leyendo otras frases
suyas que cuelgan de la pared es inevitable
hacerle la pregunta:
¿Usted es un optimista nato?
Lo soy, no lo puedo evitar. Soy feliz porque
lo llevo dentro y me siento un afortunado.
Vivo en Triana, paseo por el centro de Sevilla
a diario y trabajo en El Arenal. Me gusta mi
trabajo y al que no le guste mal asunto, porque
es difícil ser feliz si echas tantas horas en algo
que no te gusta. Yo quiero que la gente tenga la
autoestima alta, porque hay quien se complica
mucho la vida. Detrás de la barra lo ves todo
y sobre todo veo mucha soledad, hasta en la
gente que viene acompañada.
“La alegría nos hace invulnerables” y “Las
prisas destruyen toda la ternura” son solo
dos de las frases de autoayuda que cuelgan
de la pared de Casa Moreno. Muchas de
ellas han sido escritas por Emilio Vara,
píldoras de felicidad que quiere compartir
con su consolidada clientela. A todos pinta
un puente de Triana en la nota y, si la
ocasión lo merece, les escribe una de sus
frases para que la lleven de recuerdo.
¿Cómo no le dio por estudiar Periodismo
como hizo su padre?
Siempre me ha gustado, lo llevo en la sangre.
Cuando era niño mi padre traía todos los
periódicos a casa al salir de la redacción y yo
los leía con ganas aunque no los entendiera,
pero empecé a trabajar pronto y como ganaba
dinero desde joven no quise seguir estudiando.
El camarero es
la única persona
con la que se
puede pensar en
voz alta
“
/ 83




