maría García-alix:
¿De qué manera Atapuerca se relaciona con otros ya-
cimientos arqueológicos? ¿Cuál es la singularidad de Atapuerca fren-
te a otros yacimientos?
ana Gracia:
Desde el punto de vista de qué fósiles de humanos hay, es
que es increíble que en una sierra que apenas se eleva ochenta metros
sobre la meseta castellana, haya tres humanidades distintas, separadas
en el tiempo más de medio millón de años, entre ellas, ¿qué hacen allí
metidos?, ¿qué hacen en Atapuerca? Creemos que era como una zona
de peaje, como un peaje de bisagra entre la cuenca del Duero y la cuen-
ca del Ebro, y que por ahí pasaban las faunas, y detrás de la fauna todo
lo que había detrás. Y luego hay otro factor muy importante, y es que
en las cuevas se conservan muy bien los materiales orgánicos, más
tiempo, y es más fácil que fosilicen que al exterior, que al aire libre.
¿Cómo se relacionan? Pues, aparte de tener tres humanidades distin-
tas, que ya es un bombazo, también hay fósiles de antigüedades pare-
cidas en Francia, en Alemania, en Grecia… Pero aquí hay una población
biológica completa, hay veintiocho individuos de ambos sexos y de to-
das las edades. Se puede hacer estadística. Podemos saber de verdad
la variabilidad.
maría García-alix:
Es impresionante.
ana Gracia:
Hay mucha abundancia y diversidad.
maría García-alix:
¿Cómo fueron a parar allí todos esos individuos?
ana Gracia:
La humanidad de la Sima ahora mismo está adscrita a la espe-
cie
Homo Heidelbergensis,
porque la mandíbula holotipo es de Heidel-
berg, de Alemania, de las proximidades de Heidelberg. Nosotros cree-
mos que puede ser otra cosa. Entonces podría a lo mejor, en un futuro
no muy lejano, dar nombre a una nueva especie, aparte de
Antecessor,
que ya se nombró en Atapuerca.
maría García-alix:
Sí.
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Intervenir en el mundo, una actitud ética