Marta Blanco:
no puedo pensar en un momento en el Colegio “Estudio”
en el que no recuerde el respeto. no recuerdo robos, por ejemplo. En
mi oficina me roban el ratón porque de repente alguien decide que lo
necesita y lo coge. Eso es algo que yo no recuerdo en el Colegio. Ese
respeto nos lo tuvieron que enseñar en algún momento. nos enseñaron,
tanto en casa como en el Colegio, a que lo que no es tuyo lo puedes pe-
dir, pero no lo puedes coger.
Alba Fernández:
¿Qué se entiende por educación por la paz?
Marta Blanco:
la educación por la paz hay que entenderla desde un punto
de vista mucho más genérico de lo que es la paz en sí. no se trata sólo
de la no violencia o la paz como símbolo, sino que engloba el respeto,
la identidad, el trabajo conjunto por un bien común, siempre dentro de
la no violencia y la resolución de conflictos. Es un concepto en el cual
tiene que crearse una generación y un mundo en el que te gustaría que
vivieran tus hijos. todo ello engloba la educación para la paz.
Alba Fernández:
¿En qué condiciones crees que debe desarrollarse esta
educación para la paz cuando tratamos con niños y adolescentes?
Marta Blanco:
debe adaptarse a cada generación, y por eso CISV ha cam-
biado desde que yo me fui por primera vez. Con once años yo no había
visto jamás un egipcio, y para mí la educación para la paz podía ser, qui-
zás, conocer a un egipcio, un chino o un americano. no había visto mu-
cho más allá porque dentro de España no se vivía una interculturalidad,
como sí se puede vivir ahora. En mi primer campamento mis mejores
amigos fueron egipcios, y recuerdo muchas cosas que ellos me conta-
ron, quién sabe en qué idioma, ya que el inglés no lo dominábamos. lo
que yo necesitaba en ese momento era que me explicaran la realidad
más cercana: su colegio, su familia, su casa, el trabajo de sus padres, en
fin, cómo vivían ellos. recuerdo todas aquellas diferencias explicadas a
un nivel muy básico.
Hoy en día, la educación para la paz no puede basarse exclusivamen-
te en la interculturalidad, ya que la mayoría de los niños de nuestros paí-
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Intervenir en el mundo, una actitud ética