ANTONIO PÉREZ
164
la tía Paz y sus hermanos,
¡juntemos todas las manos!,
ahora y el tiempo que resta;
en tanto la vida presta,
aleja nuestros pesares,
nuestras dolencias a pares.
¡Brindemos en la Veguilla!
¡San Marcos que maravilla!,
siempre los lazos unidos,
aclamando los perdidos,
en pos de la gran chiquilla.