ANTONIO PÉREZ
165
El Puente
En las mañanas de terciopelo
miro el río desde el puente,
poco a poco se pierde,
por el cauce que consiente.
¿Habéis pensado alguna vez,
como se pierde la gente,
por dibujados canales,
atrapados sabiamente?
Quiero ser atrapado,
en mi alocada mente,
vaya yo y no me lleven,
aunque mi otra pasión reviente.
Ataviado del susurro,
de alguna perdida fuente,
entre hojas de otoño,
de una pálida tarde reciente.
Rienda suelta a mi instinto,
ajeno de atonía confidente,
para ser mas vulgar,
para ser mas corriente;
como vulgar gorrión,
bajo sol de poniente,
volando tan alto,
tan suave, tan ausente.
¡Mirad como el tiempo vuela!,