Lunes de karaoque
Sin ritmo y trote cansado,
va un caballo sin gobierno,
un triste lunes de invierno,
por el sendero acotado,
a señores del poblado
que antes llenaron su tripa;
¡pobre de mí tan guripa!,
en el tedio del trabajo,
de mis días: tostada y ajo.
¡Ay...! Mi fe que se disipa.
Veo la mirada ausente,
del caminante de acera,
con perrito y sin bandera,
entre cábala prudente,
siente como tanta gente,
el triunfo del Karaoque,
con solfeo … buen retoque,
de albañil … mejor artista,
de la rosa buena vista,
para… talla del enfoque.
Chocolate, mantequilla…
Moldeable golosina,
el dulzor que hasta domina
del abuelo a la chiquilla,
con pasteles pacotilla,
para el consumidor manso,
del montón tirando a ganso,
en su butaca casera,
eligiendo la primera
tras dominical descanso.
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