Jamás el tesón asombra,
del quehacer cotidiano,
vender y tender la mano,
la sociedad se renombra,
un día más nada la sombra,
sobre peón aguerrido
para gloria de la empresa,
del sudor a nuestra mesa
Canto al silencio
Mi homenaje a todo aquel que realiza en la
sombra su quehacer cotidiano, para ganarse
el pan de cada día, cuando solamente lo
otorga su propia sudor y no Dios que está muy
lejos, allá en los cielos.
Detesto a todo aquel que vive como
vulgarmente se dice: “del cuento", mermando el
sustento del que verdaderamente lo necesita.
Hoy desgraciadamente, hay mundo para
excesivos zánganos-as que llenan las portadas
de importantes revistas.
Mi homenaje a la cultura y a todo aquello que
ofrece calidad a la existencia del ser humano.
y al decoro perseguido.
Nunca reverencia vana
ni gacela en el calvario
ni gavilán solitario;
el ojo y la garra en “Diana”
presa del tedio que halaga.
Tanta necedad aciaga
tanto cuento mariposa,
pintado de azul y rosa,
arrasando como plaga.
Gira el orbe en su cultura,
y la cultura en sus cifras,
los señores en califas.
Indemne la casta pura,
soldados en su bravura
y la bravura en sonrisa,
volando al cielo su misa;
si es que hay paraíso eterno,
ojalá tenga amor tierno,
aquel que murió en la prisa.
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