PEDRO GUTIÉRREZ
51
CUENTO
En un lejano país, lleno de privilegios y
tradiciones, habitaban dos pueblos enemigos, que
se profesaban un odio sin límites. Los avatares de
la Historia así lo habían decidido.
José, oficial del ejército israelí, pertenecía al pueblo
dominador; era bueno, sencillo, no compartía el
odio existente, estaba en contra de las represalias,
abusos y matanzas, que cotidianamente
impregnaban sus vivencias.
María, estudiante universitaria, pertenecía al
pueblo dominado; era una joven bella, humilde,
sencilla, no estaba de acuerdo con la situación
actual, deseaba que el amor extinguiera el odio y
que la intolerancia diera paso a la comprensión. Su
hermano era un destacado activista de las milicias
radicales palestinas.
Un día al volver de la Universidad, encontró su
casa derruida y cercada por el ejército israelí como
represalia a un acto terrorista cometido por su
hermano. Lloró desconsoladamente.
José, conmovido, se acercó a consolarla. Sus
miradas se encontraron; brotó el amor
espontáneamente. Se veían a escondidas. María
quedó embarazada. Lo ocultaron como pudieron.
Dió a luz a un niño, al que llamaron Jesús, en una
casa en ruinas. Un cometa errante anunció su
nacimiento. Como ya no existía Magia en el
mundo, ningún Mago vino a adorarle.
José y María decidieron no ocultar por mas tiempo
su amor dándolo a conocer, él fué expulsado del
ejército y María de la Universidad, pero nada de
esto les importaba, su amor era demasiado
intenso. Vivieron en un campamento de
refugiados discriminados por sus vecinos.
Jesús parecía que no era de este mundo, predicaba
el amor, perdonaba a los que le injuriaban,
ayudaba a todos sin importarle su raza o
condición.