PEDRO GUTIÉRREZ
66
Desde mi celda
¡Ven libertad,
llama a mi puerta,
no pases de largo
siempre está abierta,
no tengas dudas,
métete dentro,
toma posesión
de mi pensamiento!
No dejes que me invadan
ideas letales
y pongan prisioneros
a mis libres ideales;
no consientas
que, reo y oprimido,
me convierta en esclavo
de mis sentidos.
No permitas a los dioses
hurgar en mi mente,
pués con sus religiones
me volverán demente;
no dejes que los duendes
del bosque verde
penetren en mis sueños
y me causen fiebre.
Yo te amo a ti
libertad absoluta,
no quiero convertirme
en prostituta.
Te escribo estos versos
desde mi celda
tras los barrotes
que me apresan.
Regreso
Contemplé tu rostro,
estaba sereno,
contemplé tus ojos,
aún los recuerdo,
bañados en lágrimas
al ver mi regreso.