«MarioMoreno, el mitodel
humormexicano, vinopara
ser pregonero en 1986y lo
conocí en el Mesóndel
Duque. Eramuy humilde»
CÁDIZ.
Cuando echo la vista atrás para
hacer memoria de estos 40 años de Car-
naval, vuelven ami memoria esos esce-
narios de mesas y coplas, de disfraces y
familias que acudían a disfrutar de una
noche de fiesta. Mi infancia en Carna-
val la vivía cada año en el Mesón del Du-
que, el local que ahora ocupa Arsenio
Manila.
El Mesón del Duque que regentaba
mi padre, ArsenioCueto, organizaba du-
rante la semana de Carnaval muchas
fiestas, algunas eran pequeños bailes
,pero sobre todo recuerdo que se cele-
brabanmuchas cenas en las que actua-
ban agrupaciones. Eso era lo que más
gustaba a la gente, se llenaba, iban los
mejores grupos del Concurso y había un
ambiente estupendo. Los niños estába-
mos por allí, mirando a las chirigotas y
comparsas que acabábamos de escuchar
en el Falla por la radio, ya en los prime-
ros años de televisión. Y los mayores
siempre estaban locos por escuchar.
Recuerdo con nostalgia que con po-
cos años –sería entre un niño mayor y
un adolescente chico– veía en el esce-
nario a grupos como ‘Hombres azules’
de JoaquínQuiñones, que fue un acon-
tecimiento, o algunas de las primeras
comparsas de Martínez Ares, como
‘Zombis’. También tengo un recuerdo
muy bonito de ‘Agua clara’ de Antonio
Martín que fue una de las comparsas
más famosas en muchos años. O de la
chirigota ‘TBO’. También de los cuarte-
tos del Peña y El Masa. La gente se tira-
ba con ellos. De todos esos momentos
tengo el recuerdo de verlos en el Mesón
del Duque siendo un niño, un chavali-
to. Yo iba disfrazado siempre a las cenas,
como los demás niños demi familia. En
algunas fiestas y cenas, mis padres y los
mayores también se disfrazaban.
El local se convirtió en un lugar fijo
para los mejores gru-
pos porque recuerdo
que a las agrupaciones
les gustaba ir. Les gusta-
ba actuar allí porque mi
padre le daba cuartelillo,
le trataba con mucho cari-
ño para que llegaran a su
hora o para aguantarlos un
rato y que siguieran actuando
un poco más cuando el público estaba
encantado.
Eso me permitió conocer a muchas
figuras del Carnaval de los 80 y los 90,
pero de todas las caras, me quedo con
una. El mitomexicano
del humor y el cine,
Mario Moreno ‘Can-
tinflas’ pasó por nues-
tro restaurante el año que
fue pregonero del Carna-
val, en 1986. Una tromba
de agua obligó al aplaza-
miento de su pregón, que
se celebró al día siguiente del
inicialmente previsto. Pude conocerle
en una cena que ofrecimos en el local
aquel fin de semana de un febrero de
hace 31 años y le recuerdo como un
hombre amabilísimo, atento y cariño-
so con todos, ya bastantemayor, humil-
de, sin aires de estrella ni exigencias de
ningún tipo.
Como última anécdota, vuelvo a acor-
darme de una comparsa de Martínez
Ares, de los primeros años del Niño,
cuando aún lo era, la célebre ‘Zombis’.
Hacían la presentación a oscuras y le pi-
dieron mi padre que apagara la luz.
Cuando empezaron a cantar y se encen-
dieron las luces poco a poco, haciendo
esos movimientos de película de terror,
recuerdo que estaba muerto de miedo
–ahora me da la risa–. Ya sé que no es
muy normal pasar miedo en una cena
de Carnaval, con una comparsa, pero a
mí, con aquella edad, me parecían zom-
bis de verdad y estaba cagado hasta que
llegaron a los pasodobles, ya con las lu-
ces normales y cantando de otra forma.
Foto de la familia Cueto disfrazada en el Mesón del Duque donde actuaban las agrupaciones en Carnaval.
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LA VOZ
«El Carnaval de Cantinflas»
Nombre.
Raúl Cueto García
Edad.
43 años
Lugar de nacimiento.
Cádiz
Profesión.
Hostelero
Lo que más le gusta del Carnaval.
El ambiente del Falla.
Lo que menos le gusta del Carna-
val.
El botellón y las aglomeraciones
de la gente que no vive el Carnaval
DE CERCA
Raúl Cueto regenta varios negocios hosteleros en Cádiz.
::
LA VOZ
Raúl Cueto
ESPECIAL CARNAVAL
S U P L E M E N T O E S P E C I A L
J U E V E S 2 3 . 0 2 . 2 0 1 7
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«Recuerdo el miedo que
pasé cuando la célebre
‘Zombis’ se presentó con
movimientos de película
de terror»