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Las modas también

afectan al peinado de la

novia, lo que obliga a los

profesionales a estar

siempre pendientes de

las últimas propuestas

::

A. G. L.

CÁDIZ.

La moda lo invade todo. Nada

escapa de la dictadura de la belleza, del

juez que marca lo que está bien y lo que

está pasado. Cuando de lo que se tra-

ta es de una boda, esta dictadura es más

severa todavía, nadie quiere quedarse

fuera de tendencia ante la mirada in-

quisitiva de los amigos, ante el análi-

sis de los familiares y antes el juicio de

las fotografías. Y la más afectada a la

hora de someterse a las normas del

cambiante buen gusto es la novia, des-

de los zapatos hasta el peinado. En este

aspecto, cuenta Yolanda Pereira (pro-

fesional de la peluquería Aire, de Ca-

rrefour Sur), se vive en una evolución

constante. «Hace unos años se llevaba

el pelo totalmente recogido, luego cam-

bió a una melena suelta, luego otra vez

recogido... hay que estar siempre muy

atentos a los cambios», analiza con la

perspectiva que da trabajar en un es-

tablecimiento que lleva 19 años aten-

diendo al público.

La pregunta que, cada año, las no-

vias se hacen es, ¿qué es lo que se lle-

va ahora? «El pelo ondulado, el reco-

gido perfecto ha dejado paso a la onda,

se busca algo más natural», sostiene

Pereira. Incluso hay novias que piden

una trenza para el día de su boda, algo

que no se contemplaba hace apenas

unos años. «Claro que, en muchos ca-

sos, depende de la edad: una novia jo-

ven preferirá un trenza de espiga y una

más mayor optará por un arreglo más

clásico», detalla.

¿Qué le aconseja esta profesional

a las mujeres que se van a casar? «So-

bre todo, que se dejen asesorar». Pe-

reira explica que muchas veces las no-

vias van con una idea y en ‘Aire’, con

su experiencia, les hacen ver que no

quedará bien. «Lo que solemos hacer

es mostrarles cómo quedaría lo que

ellas piensan y cómo nuestra propues-

ta y, por lo general, nos dan la razón,

aunque muchas veces llegamos a una

especie de punto intermedio entre las

dos ideas», indica.

Claro que en esta peluquería de Ca-

rrefour Sur no sólo atienden a novias,

sino también a invitadas. «Una de las

premisas que tenemos, si sabemos

cómo va a ir la novia, es que las invi-

tadas lleven algo diferente, porque la

protagonista siempre es quien se casa»,

explica. A la hora de decantarse por un

peinado u otro es fundamental saber

qué tipo de boda es (si es religiosa es

más formal, si es civil se permiten

‘looks’ más atrevidos) y a la hora que

se celebra, «si es una boda de día la ma-

yor parte de las mujeres prefieren un

recogido para lucir un tocado».

Como en todo lo que rodea a una boda,

hay dos tiempos diferentes: el de los con-

trayentes y el de los invitados. «A las no-

vias las citamos entre dos semanas y un

mes antes para hacerles la prueba del

peinado, y luego las peinamos justo an-

tes de salir de casa; mientras que a las in-

vitadas la tarde anterior si la boda es por

la mañana o unas horas antes del enla-

ce si es por la tarde», resume Pereira.

Cuantificar el tiempo que dedican

a una novia no es fácil. «Entre un mes

y dos semanas antes de la boda le ha-

cemos pruebas a la chica, para ver cómo

le queda el peinado con el tipo de ma-

quillaje por el que ha optado y con el

modelo de velo que lleve». Pero eso es

sólo la primera parte, «el día de la boda

vamos a su casa y, aunque ya llevamos

una idea clara de lo que tenemos que

hacer por las pruebas, las dos o tres ho-

ras no nos las quita nadie; además,

siempre ayudamos a la novia con los

últimos retoques y a ponerse el vesti-

do». Un último apunte es que siempre

recomiendan a las novias un leve te-

ñido del pelo para darle más color y

brillo, «un poco más de luminosidad

ayuda a que salgan más favorecidas»,

confiesa.

Del recogido perfecto al ondulado

YolandaPereira, de la peluqueríaAire, cuenta cómohan cambiado las tendencias

Mercedes Pérez y Yolanda Pereira preparan a una mujer en Aire.

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LA VOZ

‘Looks’ más informales

y juveniles se imponen

en los últimos años

sobre el clasicismo

Pese a las pruebas previas,

una peluquera tarda entre

dos y tres horas en rematar

el peinado de la novia

La última moda:

cambiarse el traje y el

peinado en el convite

Yolanda Pereira descubre una ten-

dencia que se está imponiendo en

los últimos años: que las novias

cambien de traje y de vestido en

mitad de la boda; es decir, entre la

ceremonia –religiosa o civil– y la

fiesta posterior. «La verdad es un

reto cambiarle el peinado a la no-

via, para que siga estando guapa,

en mitad de la boda. La experiencia

a la hora de afrontar este tipo de

encargo es fundamental. «Nosotras

nos desplazamos hasta el lugar de

celebración y, lo que solemos ha-

cer, es crear un peinado utilizando

como base el que llevaba la novia

en el momento de la ceremonia,

empezar desde cero nos llevaría

horas», explica la peluquera de

‘Aire’. El efecto que se consigue,

sorprender a los invitados que, por

lo general, esperan volver a ver a la

novia con el mismo ‘look’.

Presentación de peinados para bodas de una cadena de peluquerías.

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LA VOZ

Domingo 26.04.15

LA VOZ

BODAS

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