La apuesta por piezas
artesanas en las mesas
de bares y restaurantes
es todo un acierto que
el cliente sabe apreciar
cada vez mejor.
camarero por su composición y su elaboración.
Además, señala este hostelero, los artesanos
tienen una ventaja frente a los industriales, y
es que aguantan mucho más y al congelarse
no pierden sus propiedades. “Si algún día te
sobra y decides congelarlo sabes que cuando
lo descongeles estará como recién hecho”. Eso
sí, hay que cuidarlo y mantenerlo en un lugar
fresco y seco.
Pura Tasca
se abastece de
Masa Bambini
, de
donde traen panes integrales de masa madre
y de espelta; y del
Obrador Pan Paco
, que les
lleva panes especiales con cereales y origina-
les sabores, como curry o tomate. Este último
obrador conserva la tradición panadera de
Alcalá de Guadaíra, de donde proceden sus pro-
pietarios, que también distribuyen pan a
Egaña
Santo
o
L’inspiration Bistro
, entre otros.
¿Pan en carta?
En
La Azotea
nunca han descuidado este ele-
mento y son muy conscientes de la importancia
que tiene. Actualmente trabajan con
Panbur-
guillos
, una panificadora con muchos años de
experiencia que ofrece una calidad constante en
sus productos. No obstante, algunas de las pie-
zas que ofrecen en
La Azotea
a sus comensales
son de elaboración propia, como ocurre con el
Paramojar
pan
Isabel Aguilar
El pan artesano está de moda y apostar por
él en las mesas de bares y restaurantes suele
resultar un éxito. Así lo creen en algunos
establecimientos de la ciudad, conscientes de
que más allá de ser un mero acompañante, este
producto milenario ha de tener protagonismo
por sí mismo y satisfacer las expectativas de
la clientela. En las últimas décadas las piezas
congeladas han ganado terreno a las artesanas
en la restauración sevillana, pero hay quien no
se ha sumado a esa tendencia y ha permane-
cido fiel a la autenticidad y el sabor del pan de
siempre.
Hablamos con obradores y establecimientos
hosteleros que abanderan la revolución del
pan casero en Sevilla, ofreciendo al público
suculentas recetas de harina que acompañan
y enriquecen cualquier tipo de plato. Están
amasadas y horneadas diariamente como si
fueran únicas, prescindiendo de aditivos y
conservantes y empleando un amplio abanico
de ingredientes que van desde los frutos secos
al ajonjolí, las pasas o las aceitunas, entre
otros muchos.
Los establecimientos que reniegan de los pa-
nes industriales y apuestan por estas deliciosas
variedades reciben una rápida respuesta de sus
clientes, que enseguida valoran la atención
puesta en este acompañante que suele pasar
desapercibido pero tiene una gran importancia
para que la experiencia culinaria sea satisfac-
toria. Así lo consideran en
Puratasca
, donde
surten las paneras con ricos y variados trozos
de pan. “El cliente lo valora mucho, sobre todo
cuando va a comer a otro sitio y ve la diferen-
cia que hay entre comer con buen pan o no”,
señala el propietario Cayetano Gómez.
Hay quienes incluso se interesan por este
producto de forma particular y preguntan al
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Carlos Lucena, de Biga Panadería, preparando la masa antes
de meterla en el horno
Bodegón de panes realizados en Biga Panadería