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Ángel León muestra, en Cádiz, su iniciativa.

limón, al fijarse cómo al devolver al mar el

agua de guardar los calamares de la carná,

ésta era luminiscente. Aunque había visto la

luminiscencia en el mar antes, esta reacción

le hizo desear y soñar poder llevar esa luz al

plato de sus clientes. El objetivo de conse-

guir luz a nivel gastronómico era un reto

enorme. El trabajo de investigación propio, y

en colaboración con el Campus de Excelencia

Internacional del Mar, CEI.MAR, le ha lleva-

do a entender por qué hay luz en el mar, y

son tres los motivos: por amor -con fines

reproductivos-, para huir de los depredado-

res y para atraer a sus presas. Algunos cala-

mares guardan en una parte de su anatomía,

la cripta, bacterias luminiscentes.

Sorprendidos de que las responsables de la

bioluminiscencia fueran una enzima, la luci-

ferasa, y una proteína, la luciferina, que

cataliza la oxidación de un sustrato que emi-

te luz, tuvieron que realizar un trabajo de

selección de las únicas comestibles. Selec-

cionaron 5 bacterias y 5 especies de fito-

plancton luminiscentes.

Tras la presentación en Harvard, Ángel León

ha realizado una demostración práctica en

Washington, en el Restaurante Minibar (dos

estrellas Michelin) de su amigo y cocinero

español José Andrés. Después elaboró en

Nueva York una presentación de este fenó-

meno en la redacción del Times y en el Culi-

nary Institute.

hemos conseguido que el hombre del siglo

XXI trague luz». «Es una luz que viene del

mar, para que se entienda, de alguna forma

hemos conseguido secar un microrganismo

que produce luz y con ese polvo iluminar

cualquier sopa o cualquier caldo en la coci-

na. Para nosotros es un momento mágico y

estamos realmente emocionados».

Sobre su presentación en la Universidad de

Harvard, el Chef confesó: «Hemos estado espe-

rando para presentar este fenómeno y final-

mente decidimos que fuera aquí en Harvard.

Qué voy a decir, para mí, un chaval que no ter-

minó la Secundaria y yo, vernos aquí –se refie-

re a su jefe de cocina, Juan Luis Fernández–

para contar esto, nos hace sentir que la vida es

un sueño». Con sus raíces siempre presentes,

el Chef añadió, «pero lo más bonito de todo es

que esa luz llegará al mundo desde Aponiente,

desde Cádiz, y seremos los primeros en el

mundo en poder dar esa oportunidad de dar a

probar la luz a nuestros clientes».

Cinco años de trabajo

Cocinero e investigador de vocación a partes

iguales, su obsesión por el mar le ha llevado

a descubrir una línea de trabajo única y per-

sonal sin precedentes. Cocinero comprome-

tido con el medio ambiente marino y la pes-

ca sostenible, el Chef del Mar lleva trabajan-

do en este proyecto más de cinco años. La

idea surgió en sus escapadas a pescar el pez