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ENTREVISTA

las

Lucía Fuentes, sumiller de Cataria

Comerse

palabras

/ ¿Quién es?

........................................

Lucía Fuentes Rodríguez.

Un

amontillado Quo Vadis se cruzó

en su camino cuando ya había

comenzado los estudios de Biolo-

gía. Antes de eso, ya tenía pasión

por el vino. Tras cuatro años de

estudios universitarios apostó por

ello, y se inscribió en el Grado

Superior de Viniviticultura. Reali-

zó prácticas en la bodega Finca

Allendes en Briones (La Rioja), y

posteriormente en el restaurante

Aponiente como sumiller. Duran-

te la temporada 2016 fue contra-

tada allí, donde pudo seguir

aprendiendo de Juan Ruiz Henes-

trosa y Ángel León. Junto a dos

amigas fundó una bodega en la

que elaboran sus propios vinos de

la variedad moscatel de Alejan-

dría plantada en suelo de albari-

za. En 2017 entró a formar parte

del equipo de Cataria como Jefa

de Sala, donde además de reco-

mendar vinos, guía a los clientes

por los productos que se encuen-

tran en la provincia de Cádiz

cocinados a la parrilla, estilo pro-

pio del norte de España.

Un maridaje básico con el que disfruta a

menudo.

Una botella de vino y buena compañía, ademas

suelo practicarlo una vez en semana. También

me gusta mucho la cerveza y las aceitunas pero

ese maridaje creo que lo solemos disfrutar casi

todo el mundo.

¿Qué odia de su profesión?

Quizás sea el intrusismo laboral que hay. Ser

camarero no es una última opción de trabajo.

Para ser camarero, sumiller, cocinero... Hay

que estudiar y aunque algunos no lo crean, se

estudia mucho, ya que siempre está en conti-

nuo cambio. Y también el machismo que ha

rodeado el mundo del vino. Parece que poco a

poco eso va cambiando, pero algunas veces

sale a relucir de nuevo.

¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres

sumilleres?

Este mundo siempre ha sido de hombres, desde

la bodega donde se elabora el vino, a la sala

donde se sirve. Aún me sigo encontrando con

clientes con recelo de que sea una mujer la

sumiller que les va a tender, aunque reconozco

que cada vez son menos.

Si tuviera que beber un único vino el resto de

su vida, ¿cuál sería?

No me puedo quedar en uno sólo, me gusta