miguel marina:
No especialmente, lo que pasa es que luego los compa-
ñeros recurrían mucho a lo de “ah, vamos a hacer esto, como lo hace
Miguel Marina”, y era la broma.
maría García-alix:
Sí.
miguel marina:
Pero nada más alejado de lo real, porque yo consideraba
que el dibujo era una cosa que se me daba incluso mal. Luego, cuando
empecé a estudiarlo fue algo evidente, porque en Selectividad suspendí
dibujo artístico. Ha sido algo que he tenido que practicar y al final tam-
poco es que se me de bien todo… Pero no, no era innato. Ha costado.
maría García-alix:
¿Se puede aprender a ser artista?
miguel marina:
No lo sé, no te sabría decir. Al final, ser artista es algo
que cuesta mucho. Atribuirse ese término, decir, bueno, me presento,
soy artista. El trabajo al final está en constante valoración por otras
personas y el tiempo sitúa a cada uno en un nivel, creo. Lo que sí que
se puede aprender, y se aprende, por supuesto, son técnicas y proce-
dimientos. Al final son lo que te permite trabajar y hacer un proyecto
interesante.
maría García-alix:
¿ Qué valoración haces de tu formación en Bellas Ar-
tes?
miguel marina:
Creo que fueron cinco años buenísimos. Es verdad que la
educación en la Universidad Complutense tiene muchas cosas que se
podrían mejorar, pero también te da la oportunidad de irte fuera. Un
año de Erasmus en otro país es una experiencia súper interesante, y
creo que fortalece mucho el compromiso que tengas o no con el traba-
jo. Sí, se pueden arañar ciertas cosas que a mí me parece que son fun-
damentales y muy necesarias para la educación artística.
maría García-alix:
¿En qué proyecto estás trabajando ahora mismo?
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Intervenir en el mundo, una actitud ética