La vida misma 6ª
París casi toca el cielo,
con su torre forja de hierro,
símbolo de alma en destierro,
quiere huir de árido celo,
de un cuerpo aferrado al suelo,
de una imagen, de una historia,
para cantar su victoria,
con el divino portento,
que le dio agua y sustento;
tal vez le premie con gloria.
Sacro Corazón perdona,
incuria de tanta plata,
y nace la flor y nata,
si la ambición se abandona,
al mejor arte que dona,
aquel que perdió la pista…
Pidió salir de la lista,
de vanidad que consume,
de exuberante perfume,
y posar para el artista.
En Montmartre ya no hay prisa,
para ver nuestro semblante,
bajo suave sol radiante.
los pintores en camisa,
a veces pintan … sonrisa,
a veces fluye …tristeza,
por qué no la sutileza,
que dentro lleva la vida,
del silencio que convida,
y nunca invita a la grandeza.
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