La vida misma 4ª
Libertad y no la tiene,
tiene mil euros soñados,
dos mil… meses agraciados,
con dos gracias se sostiene,
que por derecho conviene,
aunque en vilo por la quiebra,
por quien su camino enhebra,
frunce botín y divisa,
que nunca confesó en misa,
callado como culebra.
Mil eurista desdichado,
que llora bajo la luna,
casi padece… hambruna,
de aposento hipotecado,
de sudor y de pecado,
perdió su ángel de la guarda,
su fe, su suerte gallarda.
Siempre a la cruz del madero,
dio la luz el candelero;
¡y para vos!, ¿…tanto tarda?
Místico pero mundano,
cada cual lo lleva dentro,
ora por Dios a su encuentro
y la fortuna a la mano.
¡Ay del pobre ser humano!,
que conforma su contento
con trabajo, pan y el cuento
de una caja que cautiva,
de un payaso y una diva…
Si acaso, el devenir cruento.
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