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«El Carnaval, recordando

a Paco Alba, es más que

una feria, es nuestra

manera de enfrentarnos a

las dificultades de la vida»

CÁDIZ.

No puedo presumir de una gran

experiencia sobre el Carnaval demi tie-

rra, pero como buen gaditano sí he parti-

cipado y vivido grandes momentos dis-

frutando de esta fiesta tan entrañable

para nuestro pueblo.

Mis primeros recuerdos datan de mi

infancia y de las llamadas entonces Fies-

tas Típicas Gaditanas, y estánmuy liga-

dos a la esquina de la calle donde nací,

DoctorDacarrete conColumela, y con el

por entonces prestigioso Bar Morante, a

donde mi abuela materna, ‘mamá Car-

mela’ para nosotros, nos enviaba desde

muytempranoa losnietos «acogermesa»,

para poder ver desfilar durante todo el día

las agrupaciones.

Allí nos pasábamos la familia entera,

incluidomi primo Pepe Blas, horas y ho-

ras disfrutando de las coplas y de los ti-

pos, a cambio de unos cafés con churros

y algúnque otro ‘tentempié’.Aunqueni-

ños, disfrutábamos como cosacos.

Después, al correr de los años, ya en la

calle, disfrazados con lo que pudiéramos

encontrar, incluido un pijama, un cepi-

llodedientes en la bocayungorrodedor-

mir, o lo que fuera, nos desgañitábamos

en pandilla, cantando los estribillosmás

sonados, aprovechando ‘para ligar’, si se

terciaba, pero sin excedernos. Eranotros

tiempos, y el Carnaval, aunque con otro

nombre, nos permitía ciertas libertades,

que a nuestra edadnos suponía toda una

experiencia y una novedad.

Así, se nos ponían los ojos como pla-

tos, viendo desfilar a las guapísimas ’ma-

yorets deMontpelier’, que el recordado

Concejal de Fiestas Vicente del Moral,

nos traía de la Francia. Algunos estába-

mosmás pendientes de como levantaban

«sus piernas» que de lamúsica. Era loque

había y éramos jóvenes.

Yamasmaduritos, los bailes del Falla,

donde con el rigor y la seriedad de la épo-

ca, nos exhibíamos «muymaqueados»,

comoentonces sedecía.Aquelloeranpara

algunas familias de gaditanos un poco

como la puesta en sociedad. Para otros,

que nos iba más la calle y las coplas, un

«tostón»

Un recuerdo especial, ya casados, lo

tengode las cenas conotrosmatrimonios

y amigos, en los restaurantes de nuestra

ciudad, en las que se incluían los pases de

las agrupaciones. Todo un éxito aquellas

cenas que se organizaron algunos años

enel ‘J.J.Sister’ el buque deCanarias, fon-

deadoennuestropuerto, disfrutando con

las actuaciones de las agrupaciones.

Y, es queCádiz, no puede dejar demi-

rar al mar ni siquiera en Carnaval. Qué

pena que aquella experiencia no perdu-

rara.Hoy seríaunatractivomasparanues-

troCarnaval.

Nuestro Carnaval, recordando a Paco

Alba, esmás queuna feria, esnuestra seña

de identidad festiva, nuestramanera de

enfrentarnos a las dificultades de la vida,

nuestra sonrisa colectiva, nuestro corta-

fuego a las penas, y sobre todo un recla-

mo para quienes nos visitan cada año,

pues las casas de todos los gaditanos aco-

gen a parientes y amigos de fuera, con la

hospitalidad que nos caracteriza. El can-

toa lavidaynuestramanerade ser, se tra-

duce cada año en cuplés, pasodobles y es-

tribillos, como crónicas sonoras de cuan-

to acontece el resto del año.

Este Carnaval, no puede perderse, es

parte de nuestro patrimonio, de nuestro

carácter y forma de ver la vida, y hemos

de defenderlo frente a los que lo despres-

tigian con insultos o actitudes chabaca-

nas y fuera de lugar, convirtiendo esos

días nuestra querida tacita deplata, enun

antro de suciedad. Por tanto, si a nuestro

querido, único y peculiarCarnaval, si a la

alegría, si a la vida, pero desde el respeto

y la convivencia. Todos, los de aquí y los

que nos visitan, cabemos enCádiz, por-

queCádiz es trimilenaria, emporio y cru-

ce de culturas y civilizaciones, además de

cuna de la libertad.

Y sino, que le pregunten a mi suegra,

como diría el gran Selu.

«El canto a la vida y nuestra

manera de ser se traduce

cada año en cuplés,

pasodobles y estribillos»

Vestido de payaso en 1990 con muchos amigos.

::

S.C.

«Es nuestra seña de identidad»

Nombre.

Martín JoséGarcía Sánchez

Edad.

73 años

Lugar de nacimiento.

Cádiz

Profesión.

Abogado y presidente

del Consejo de Cofradías y Hermanda-

des de Cádiz

Lo que más le gusta del Carnaval.

Las coplas y las chirigotas buenas. El

Selu me encanta

Lo que menos le gusta del Carna-

val.

El borderío, la suciedad en las ca-

lles y el creer que aquí vale todo

DE CERCA

En la actualidad.

::

LA VOZ

Martín José García, disfrazado de chino en una fiesta.

::

S.C.

Martín José García

S U P L E M E N T O E S P E C I A L

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ESPECIAL CARNAVAL

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