MARINERO DE TIERRA ADENTRO
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“arrancharlo”. Arrancharlo es como decir
aprovisionarlo para el turno: comida, bebida, agua,
gasoil, hielo, carná………..
Y, una vez que estuvo arranchado, a eso de las 10
de la mañana, partimos rumbo al caladero,
próximo al mar de Alborán. Llegamos a las 6 de la
tarde y, desde entonces, hasta la hora de arriar los
palangres que suele ser al anochecer, estuve
ayudando a encarnar los anzuelos con los jureles y
sardinas de “alba” que habíamos comprado por la
mañana a una “traiña”.
Mientras tomábamos el cuarto o quinto café del
día, sentados en cubierta, surgían las
conversaciones más variadas y el patrón de pesca
daba las últimas indicaciones del “lance” que, a
continuación, íbamos a hacer, mejor dicho, íban a
hacer porque yo en esa faena lo único que podía
hacer era estorbar y por eso me subí al puente con
Bernardo. Desde allí, observé cómo cada cual
tiene su puesto y su trabajo concreto que hacer: el
maquinista, abajo en el motor pendiente de las
órdenes del patrón para darle más o menos
marcha al barco, dos marineros, uno por babor y
otro por estribor, arriando los palangres, otros
dos, ayudando a los anteriores para que los
anzuelos con la carná salten limpios a la mar y no
se enganchen, otros dos controlando los “gallos”
para lanzarlos en el momento que lo indique el
patrón. Le pregunté a Bernardo qué eran esas
banderas con una bola flotante que estaban atadas
a los palangres y me explicó que eran los “gallos”
y servían para que, al día siguiente, cuando fuesen
a izar los palangres pudiesen verlos con los
prismáticos y saber dónde estaban ya que las
mareas de la noche los desvían varias millas.
Cuando terminaron la faena, avisó el cocinero de
que la cena estaba preparada, nos lavamos con el
“caballo” y bajamos al comedor. El caballo le
llaman a una manguera conectada al depósito de
agua dulce y que se utiliza para asearse, para lavar
el pescao recogido, para limpiar la cubierta………
No recuerdo lo que cenamos pero sí que estaba
exquisito; por supuesto, con pescado en el menú y
cocinado como solo los pescadores saben hacerlo,
sea frito, asado o guisado.