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Los cat6licos creemos, con san Agustin, que si acepta
mos el Evangelio, y por lo nismo .todos los libro:-; del
Antiguo Testamento, es porgue nos persuade de su cer
tidurnbre la Autoridad de la Iglesia:
Ego Evangeli'o
non crederem, nisi me Ecclesiae moveret auctoritas.
(1) Tenemos pues un criterio firme, perfectamente se
guro en q ue apoyarnos, criterio cert,ificado por la tra
dici6n, por la historia y por la experiencia de mil no
vecientos afios. ·
Ahora resta saber a cual de las innumerables sec
tas pertenecen los sefi.ores misioneros de\
cu~co,
y si
todos ellos ·estan de aGuerdo en la confesicm de un mis
mo simbolo, porque hay que tener en cueuta el dato
histbrico sigqiente: como la interpretaci6n privada <le
la Bihlia
es
su unico principio, resultando de esto que,
como alguien decia, en el Protestantismo,
tot capita
quot sentenciae,
suelen encontrnrse sectas como la de
los cuaqueros, los mormones, etc,, que por cierto ofre
cen peligros muy serios para la moral. iDiran que
son anglicanos?; pero iCOlllO impedirian a
SUS
alunmos
que, siguiendo su doctrina, quieran declararse calvi
nistas, 6 socinianos,
6
lo que mejor se les antoje?: iC6
mo contener este torrente invasor que, falto de fe, se
precipita de abismo en abismo sin que nada le emba
rat.:e?
Ouando se presenta un misionero cat6lico, se sabe
lo que quiere, se reconoce la unidad de doctrina que
profesa con los socios que lo acompafian, y su predica
ci6n se r educe a estirpar vicios, y
a
estimular
a
la
practit.:a de las virtudes cristianas. No son
fuertemen
te
rentados
para ejercer su misi6n, y observan el lema
de san Pablo:
habentes autem alimenta, et quibus te
gmnur, his contenti snmus
(2). Los hechos
qrn~
esto
confirman son patentes, tan to en Europa corno en Ame
rica, y con particular especialidarl en los pueblos de in:fieles,
a
quienes tratan de
c~tequizar
aun
a
riesgo de
su'propia vida. Los Anales de la Propagad6n de la Fe,
nos ofrecen dia por dia estos ejemplos de abnegacipn
verdaderamen te evangelica.
(1) De Eccl. 1, art. 2
y
3.
(2) Timoteo, Ep. 1.•VI, 8.