lo que sí recuerdo son los principios y valores que desde pequeños
nos inculcaron en el Colegio, como por ejemplo, poder expresar nues-
tras ideas libremente en clase, respetar a los demás, sus ideas y creen-
cias, la importancia de la educación, de aprovecharla, del compañerismo
y del trabajo en equipo, de la necesidad de asumir responsabilidades.
Por ejemplo, la elección de delegado o delegada de clase o el día que
tocaba ser hafiz. Pienso que estas son maneras de inculcar responsabi-
lidad a los niños y niñas desde pequeños.
Creo que muchos de estos principios o de estos valores son la base
de los derechos de todas las personas, y aprender a valorarlos y respe-
tarlos desde pequeños nos ayuda a crecer y desarrollarnos. Muchas ve-
ces se habla de derechos humanos relacionándolos con los grandes te-
mas, cuando en realidad estos derechos son algo cotidiano, están en
nuestro día a día: el derecho a la vida, tener una identidad, una educa-
ción, trabajar, pensar y expresarnos libremente, profesar una religión
de nuestra elección o no hacerlo, votar libremente a un partido deter-
minado…
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Intervenir en el mundo, una actitud ética
Éxodo africano.