miguel marina:
Sí, de Thoreau. Me encanta. Aunque eran imágenes de-
masiado metafóricas del bosque. Pero luego en concreto son como pe-
queñas ideas, que sí, que pueden situarse como referencias importan-
tes. Lo mismo que con Hopper, igual que en las primeras pinturas tenía
que ver mucho con ese primer lenguaje, del paisaje urbano, esa foto-
grafía americana.
maría García-alix:
Totalmente.
miguel marina:
Pero sí, es verdad que al comienzo partía de eso, pero aho-
ra se está diluyendo mucho. Atiendo más a cuestiones cromáticas y ma-
teriales de superficie. Me interesa mucho la piel del cuadro. Al final vas
borrando todo eso. Y aunque las imágenes, las influencias están ahí, lo
que más me está interesando es que no se vean.
maría García-alix:
Es como sacudirse la esclavitud de lo anterior, ¿no?
Me parece muy complicado.
miguel marina:
Sí.
maría García-alix:
Y, ¿por qué espacios vacíos? Hay muchos cuadros que
son espacios vacíos, algo muy hopperiano también.
miguel marina:
Sí. Tiene un punto un poco melancólico, los lugares vacíos
de personas. Tenía que ver más con estudiar, con adentrarme solo en el
paisaje. Un paisaje que rebosa de referentes humanos, pero que al apar-
tarlos puedes sacar otras lecturas. Puede llevarnos a lugares que son
casi no lugares, lugares de tránsito, lugares familiares para todos, pero
que no tienen personalidad, que no tienen… no te sabría decir…Nunca
me ha interesado mucho la figura, pintarla, todo eso es algo que nunca
apareció en mi pintura. No es algo que haya borrado por aburrimiento.
Era simplemente que el motivo era el paisaje, y creo que toda mi pintura
se mueve sólo en torno a ese tema, obviando la parte humana. Ese pai-
saje ha ido cada vez cobrando más importancia en mi pintura, pero a la
vez, como te comentaba, alejándose de esos referentes tan, tan eviden-
Fomentar la creación estética y la educación física
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