La cena
15
Cuando el triste anhelo,
de ansiado sustento,
es vida en desvelo,
de un mundo violento,
siempre rompe vuelo,
quién vive contento
y de gracia y suerte,
ignora en su egoísmo,
el dolor y muerte.
Ni fe en cristianismo,
a veces tan fuerte,
doblega el yo mismo.
De amor y dulzura,
verdes se tiñeron,
campos de amargura,
que alegres cedieron,
flores y frescura
y el fruto al que vieron.
De amor y dulzura,
besó el perro a su amo,
con fina mesura,
viéndole en su tramo,
en la sepultura,
aulló en su reclamo.
De amor y dulzura,
rebosa la fuente,
por el agua pura,
siempre transparente
y pinta hermosura,
la luna creciente.
De amor y dulzura,
el pescador pesca;
grande la captura,
en lonja se resta,
contra puja dura,
en bien de la cesta.
De amor y dulzura,
se forma le especie,
en bella criatura,
¡desead que aprecie!,
la buena cordura,
cuando el tiempo arrecie.
De amor y dulzura
y pan abundante,
la ansiedad se cura
y guerra arrogante,
pierde su bravura,
por la paz gigante.