Previous Page  62 / 172 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 62 / 172 Next Page
Page Background

SOMOS PARA LA TIERRA

61

Antonio Pérez

Mancha Real

Dicen que dormir es como si estuviéramos

muertos. ¡Claro está!, sin mantener sueños; puesto

que los muertos no sueñan… Así lo creo. A veces

cuando me acuesto, temo no amanecer al día

siguiente. Una noche de sueños me produce

tranquilidad.

Normalmente el ser humano no desea su propia

muerte; salvo circunstancias extremas; por

ejemplo: una enfermedad de sufrimiento

prolongado, los fundamentalistas religiosos

queriendo ser héroes en la vida real, el agobio por

ciertos acontecimientos también puede acarrear el

suicidio… Existen casos comunes. Por regla

general, los humanos tenemos gran apego a esta

vida: gustamos de buenas comidas, llenar nuestra

arca de caudales, hacer amores, ser considerados

dentro de la sociedad… En fin, todo aquello que

nos hace felices, dentro de un cuerpo sano.

Ponemos muchas trabas a la muerte.

Alguien me contó un secreto. Dice haber estado

en coma terminal. Los médicos llegaron a

certificar su muerte; en esos breves momentos,

recordó haber pasado por un túnel y al final una

luz muy brillante que le hablaba:

- Te estaba esperando.

- Ven y sígueme, estás a las puertas del Paraíso

Eterno.

- Ya no necesitarás comer, porque no tendrás

hambre ni beber porque no tendrás sed, no sufrirás el dolor

porque ya no tendrás cuerpo.

- Vivirás para siempre en el amor de tu Padre, de

tu Creador.

Aquellas palabras me impresionaron bastante,

pero a la misma vez sentí miedo. No pude

contener mis impulsos, y comencé a retroceder, a

correr con todas mis fuerzas...No encontraba el

túnel por donde había entrado. De repente caí al

vacío...Alguien salió a mi encuentro y me recogió

entre sus brazos; tenía aspecto humano. Volví a la

normalidad, al escuchar sus palabras: