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SOMOS PARA LA TIERRA

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Vengo a recogerte.

- Has rechazado un paraíso de amor, pero sin

emociones, no ha sido concebido para ti.

- Volverás a tu cuerpo, a tus sensaciones, a la

Humanidad.

- Aún sentirás hambre, sed, dolor, y la muerte

para nuevamente reencontrarte.

- Llegará un día donde no habrá hambre, sed,

dolor, muerte... Tu cuerpo y tu alma se fundirán en un solo

ente, para vivir en buenas sensaciones eternamente.

Cuando desperté y vi la cara de sorpresa de todos

los que me rodeaban, comprendí que no había

sido un sueño, sino un paseo por la muerte.

Decidí no contar aquel relato hasta ahora.

¡Bueno!, no sé si creer o no creer el secreto que

me habían contado; lo que si es cierto es que había

vuelto a la vida inexplicablemente. Mi madre nos

comentaba, que si moría, no la enterráramos hasta

pasadas veinticuatro horas, por si resucitaba. Se

han dado casos de personas enterradas vivas, o

que han vuelto a la vida… ¡Que desesperación! Te

queda la incertidumbre. En consecuencia, no sé si

creer en varios dioses, en uno solo, o no creer en

nada.

Existen dos verdades importantes: la creación y la

muerte. Nacemos y morimos. Sobre la primera

hay un mayor conocimiento y control, incluso se

puede decidir sobre el nacimiento (abortar o no).

La continuidad de la especie humana está

garantizada. En cuanto a la segunda, hay

oscuridad. Se puede retrasar por los avances de la

ciencia, o también adelantar por las guerras, el

crimen, el deterioro del entorno... Los habitantes

de la Tierra tenemos mucha incidencia sobre

nuestra propia muerte; de cualquier forma, cada

día que pasa, estamos más cerca de conocerla…

Podemos llegar por distintos caminos; cada cual

puede escoger el que le dicte su conciencia. Creo

no existe un sendero totalmente verdadero ni

totalmente falso. En realidad no son caminos,

mejor conductas. El conocimiento mejora nuestra

conciencia y a caminar mejor. Los legados de

nuestros antepasados, alimentan miedos y