Para los más pequeños, el proyecto les ha brindado
una biblioteca con ejemplares atractivos que
estimulan su imaginación al tiempo que promueven
la adquisición de nuevo vocabulario. Pero
especialmente, ha estimulado el gusto por la lectura.
Cuando llega la hora de visitar la biblioteca los
niños de nivel 4 y 5 se agolpan en las estanterías
para elegir su libro. Luján, una niña de 5 años, lee
“Una pindó”, de Susana Olaondo, mientras que
alguno la escucha y mira las imágenes de algún
otro libro infantil. A la hora de irse le piden a la
maestra para quedarse más tiempo: “vamos a leer
otro maestra”.
SE FORTALECE LA PROPUESTA DE LAS ESCUELAS RURALES
“Ahora los niños de
quinto año son capaces
de hacer una síntesis
y crítica del libro
recomendando a sus
compañeros a leerlo”,
señala con orgullo Andrada, directora
de la Escuela N 16.
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MEMORIA ANUAL 2014




