A las 20:30 horas del 1 de agosto par-
te desde la casetamunicipal la II Mar-
cha Nocturna El Cuervo-pueblo de
Gibalbín. El recorrido es de 15 kiló-
metros catalogados de dificultad baja.
El regreso se hará en autobús a par-
tir de la 1,30 de lamadrugada. Lamar-
cha está organizada por ACDS Sen-
deros de El Cuervo y el Grupo de Sen-
derismo «La Mocha», y cuenta con la
colaboración del ayuntamiento. A.H.
Marcha nocturna desde El
Cuervo a pueblo de Gibalbín
El 31 de julio finaliza el plazo para
inscribirse en el tradicional viaje a la
localidad asturiana de Tineo, que ten-
drá lugar del 11 al 17 de agosto. Pue-
den inscribirse en la sede de la dele-
gación municipal de Cultura, en la
casa de los Valcárcel, los vecinos que
tengan entre 21 y 55 años de edad. El
precio del viaje es de 150 euros e in-
cluye seguro, transporte, alojamien-
to, comida y actividades. A.H.
Viaje a la localidad
asturiana de Tineo
EL CUERVO DE SEVILLA
LAS CABEZAS DE SAN JUAN
tonces» y su hijo Juan López Barragán,
fallecido en 1996, se formó también ju-
gando en el taller, igual que Juan Se-
bastián López, el actual alfarero, hizo
cuando pequeño mientras su padre
trabajaba en el torno. Ahora, la quin-
ta generación también juega en el ta-
ller a ser artesano alfarero.
Productos artesanos
El último representante de la alfare-
ría lebrijana recuerda que cuando era
niño «había funcionando cinco alfa-
rerías en Lebrija y «antes, hace 50 años,
aquí había cuatro ruedas trabajando
a la vez» fabricando ladrillos y hasta
seis tamaños de cántaros, además de
botijos, tejas y lebrillos. «Había cinco
o seis trabajadores haciendo ladrillos
y las mujeres se dedicaban a descar-
gar y cargar los hornos con piezas para
la cocción». En la década de los 70 del
siglo pasado, «la mecanización y la
producción de ladrillos de gafas aca-
bó con los ladrillos toscos artesana-
les; más tarde desaparecieron las te-
jas; y el plástico se cargó al cántaro».
En la actualidad, la producción se
decanta por artículos relacionados con
la jardinería, principalmente macetas,
y se produce en función de los pedi-
dos de los clientes. «Yo produzco y ven-
do sin intermediarios, y seguiré has-
ta que el cuerpo aguante», sentencia
el último alfarero lebrijano.
ALBERTO FLORES
UTRERA
D
espués de meses cerrado al
público y sumido en un
completo estado de aban-
dono, en las últimas sema-
nas ha vuelto a abrir sus puertas el
parque de La Libertad de Utrera. Este
parque guarda un secreto que deja
una incógnita abierta a la imagina-
ción del lector. Muchos de los ciuda-
danos se preguntan por una serie de
restos de hormigón que se acumulan
justo en el centro del parque. Solo la
mirada curiosa de algunos que se acer-
can y que conocen en parte la histo-
ria, descubre que se encuentran su-
puestamente ante una serie de res-
tos del famoso Muro de Berlín.
Mucho se ha hablado en la locali-
dad sobre la autenticidad de estos es-
combros. Durante muchos años los
restos estuvieron abandonados a su
suerte en la trasera del antiguo cuar-
tel de la Guardia Civil sin que prácti-
camente nadie supiera de qué se tra-
taba, hasta que en 2010 el Ayunta-
miento de Utrera decidió trasladarlos
hasta el parque de la Libertad. Aho-
ra, estos restos están en un lugar en
el que se pueden contemplar mejor,
pero siguen sin tener una placa o un
cartel informativo.
Los protagonistas reales de esta
historia son los hermanos Luis y Ra-
món González, que en el mes de no-
viembre de 1992, el momento en el
que se estaba desmantelando la Expo
92, pusieron sus ojos sobre estas pie-
dras. «Conocimos al comisario del Pa-
bellón de Alemania en la Expo, ayu-
damos en el desmantelamiento de las
instalaciones y le propusimos si nos
podíamos llevar los restos del muro,
que él aseguraba que eran auténticos.
Al principio se puso difícil la cosa, ya
que el muro tenía muchas novias, en-
tre ellas algunos políticos, aunque fi-
nalmente un día nos llamó y nos dijo
que fuéramos a recogerlo», recuerda
Luis González.
Los hermanos González tuvieron
entonces la idea de hacerse cargo de
estos restos y regalarnos al pueblo de
Utrera, por lo que pidieron ayuda al
Ayuntamiento de Utrera. Finalmen-
te un vehículo municipal viajó hasta
la isla de la Cartuja, cargó los escom-
bros que pertenecían al muro y los
trasladó a Utrera.
Documento certificado
Incluso el comisario del pabellón de
Alemania de la Expo 92 entregó a los
dos hermanos un documento en el
que se certificaba la entrega de los
restos del muro, aunque en ningún
momento se aseguraba la autentici-
dad de estos restos, introduciendo así
la duda de si podían ser una réplica
expuesta en el pabellón de Alemania,
una duda razonable que hoy siguen
teniendo muchos ciudadanos.
Por tanto la incógnita queda abier-
ta, nadie ha sido capaz de certificar
si esos restos que hoy descansan en
el parque de La Libertad de Utrera,
estuvieron alguna vez en tierras ale-
manas, o si por el contrario son par-
te de una réplica del Muro que se hizo
para la Expo 92.
Desde hace más de dos décadas
Utrera discute sobre la autenticidad
de los restos del Muro de Berlín
Escombros con
mucha historia
ALBERTO FLORES
El Muro de Berlín utrerano está en el parque de la Libertad
Expo 92
Los hermanos González
trajeron los restos del
Muro desde el pabellón de
Alemania en Sevilla
Lebrija · Las Cabezas de San Juan · Los Molares · Los Palacios · Utrera
Barro de una
cantera histórica
El barro blanco lebrijano se
extrae desde hace siglos de
una cantera de la ladera del
castillo. Juan Sebastián López
recoge arena cada cuatro
años, la transporta a la
alfarería, la tamiza y la licúa
mecánicamente. El resultado
se prensa para elaborar la
pella, que se trabaja en el
torno hasta dar forma al
artículo deseado. Más tarde se
deja secar y se cuece en un
horno de gasóleo. El proceso
conlleva una merma por
rotura de un 6 por ciento. La
calidad del barro lebrijano
permite, por ejemplo, que los
botijos mantengan el agua
muy fresca todo el día.
ABC
MARTES, 28 DE JULIO DE 2015
ABC DE LA PROVINCIA
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