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conservan un delidoso bienestar '
y
les hace una fácil
digestión.
Ahora bien; para asegurarse de
la
legitimidad de
las marcas de vii:os del R.rhin· y ·del Mosela es preciso
saber dirigirse a aquellas -casas alemanas exportado–
ras cuyo nombre por sí solo sea una garantía de se–
riedad y competencia absoluta.
A este efecto me permito recordar que la casa que
ocupa en Alemania el primer lugar en el negocio ·de
exportación de vinos del Rhin
y
·del Mosela es
la
de
Hinckel y
~inckler,
de Franfort, que por espacio de
cerca de dos siglos viene surtiendo las bodegas de los
grandes hoteles, restaurantes
y
almacenisfas de vinos
más famosos
y
acreditados de todo el mundo.
Alemania, aparte de la fabricación y consumo de
cerveza, en la cual ocupa el primer lugar en el mun–
do,
y
de los vinos del Rhin
y
Mosela, cuya referen–
cia ha quedado hecha anteriormente, tiene sus carac–
terísticos licores, de los que podemos citar como los
más popularizados los siguientes:
El'
kirsch,
que es un licor elaborado por destilación
del zumo fermentado
de
una especie de cerezas silves–
tres
~ue
se producen en el llamado Bosque Negro. Es
de una graduación alcohólica bastante elevada.
. El kornbranntewein, que es una espede de aguar–
diente español fabricado a
base
de malta de trigo.
~n
las riberas del Rhin fabrican un licor muy pa–
recido a nuestro cazalla, con el orujo de la uva, con
el nombre de Trester.
Vino que salte; queso que llore
y
pan
que
cante
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