{
,El vino <le Jerez tiene un universql aprecio, mante–
nido por espacio de muchos años por la singularidad
de sus propiedades, que le hacen reunir tantas y tan
excelsas -condiciones que no se encuentran en ningún
otro, siendo tan grato al paladar, al olfato y a
la
vista
que le hacen ser el más apetecido de todos.
Es muy difícil poder determinar exactamente
la
fe–
cha en que se empezó a cultivar
la
vid en Jerez de la
Frontera; pero parece ser cierto que ·ya se cultivaba en
tiempo de la dominación romana, pues hay escritos ·
de aquella época que aseguran que por entonces ya
se lograban -yinos de excelentes -calidades de los viñedos
plantados en ·
la
región jerezana.
Es indudable que, aun cuando los romanos, que no
eran precisamente partidarios de la Ley Seca, se delei–
taban con los caldos de esta región, éstos no poseían
las excelentes cualidades de hoy día, después d·e ·tantos
siglos dedicados a perfeccionar los métodos de cultivo
y elaboración.
.
Los ingleses, finos paladares p.ara ·degustar
~{ \(elez,
han sido los que, juntamente con las ex-celsas cueilida–
dades que éste posee, más han contribuido a propagar
y
difundir por' todo ei mundo el culto al vino de
Jerez.
,
Las mejores tierras para la plantación de viñedos
son las calizas, vulgarmente· conocidas por "albari–
zas", encontrán<lose éstas en los . términos de Jerez y
del Puerto de Santa María, habiendo también en el
· término de esta última población suelos arenosos que
Al amigo d.e tu vino no le quieras por vecino·.
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