con la. 7a., y así sucesivamente hasta llegar a la úl–
tima, que es donde entra el mosto. Todo esto supone
un buen gasto, deduciéndose que el precio de estos
vinos tiene que ser elevado. .
Las soleras de toda clase de vino se colocan en bo- ·
tas (o toneles) , y éstas en tres hileras, unas encima
de otras, que se les llama la., 2a.
y
3a. Suponemos
que queda bien aclarado que cada una de las
1
a., ·2a.,
3a., 4a., Sa., 6a., etc., que se habla en la página ante–
rior, constan de tres hileras, que sé llaman la., 2a.
y
3a.
Existe un caso extraordinariamente curioso, que es ·
el siguiente: los Amontillados se crían
giás
finos
.Y
de
mejor calidad en la fila más próximaI'a'I
~uelo,
que es
la
1
a.,
y
en la de en · medio, llamada Za. Este fenó–
meno es debido a la diferencia de temperatura ' que exis–
te entre éstas
y
la 3a., que es la más alta. En esta
última se colocan las Rayas e incluso Amontillados
que no impórta que se embastezcan.
- Los
vinos finos
y
los
Amontillados finos
se crían
mejor en el Puerto de Santa María, mientras que los
olorosos
tienen su casa en Jerez,
y
ésto obedece a la
diferencia de temperatura entre ambas ciudades.
Quien de vino llena, de razón mengua.
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